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Mucho se ha hablado últimamente del puesto fronterizo de Farhana y de su cierre a causa de las obras
Esta medida tuvo sus defensores y sus detractores. Entre los primeros, el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Confederación Española de Policía (CEP), la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC). En el otro bando, la Unión Federal de Policía (UFP), que apostaba por lo que en política se conoce como ‘tercera vía’ y que en este caso se traducía en un cierre parcial del tránsito o un horario de trabajo nocturno para los obreros.
Sin embargo,todas estas entidades de Benemérita y Policía coincidían en que los agentes no podía seguir trabajando en las condiciones derivadas de estas obras de remodelación de este puesto fronterizo.
Tras un debate que duró semanas, Delegación anunció el jueves que, desde ayer, el puesto de Farhana sería cerrado al tráfico rodado y peatonal. Ante este hecho, El Faro se desplazó a Beni Enzar y Barrio Chino ayer, primer día de cierre efectivo, y pudo comprobar las largas colas de trabajadores del comercio atípico, que se agolpaban para intentar cruzar cargados de fardos de mercancía al país vecino y que ocupaban de un puesto al otro.
Sin embargo, en Barrio Chino se produjo un hecho llamativo, que puede o no estar relacionado con el cierre de Farhana: un porteador melillense y menor de edad resultó herido al recibir un golpe en la cabeza, según dijo él mismo, por parte de un agente de la Guardia Civil.
El Cuerpo aseguró que ha abierto una investigación, que se produjo una “alteración del orden público” y que es complicado mantener el orden en este puesto fronterizo, debido a la cantidad de gente que pretende cruzar con mercancía a diario.
Este hecho provocó instantes de caos en los alrededores de este puesto. Las cámaras de Faro TV pudieron ver cómo otros porteadores aprovechan para saltar la verja y arrojaban bultos por encima.
Se trata de una imagen de descontrol que dista mucho de lo que se pretende alcanzar en cuanto a la gestión fronteriza. Las obras en Farhana pueden culminar en un tránsito más fluido en este paso, pero no debe ser a costa de la seguridad de las personas que diariamente cruzan la frontera.