Asegura que no echa nada de menos la etapa en la que tenía responsabilidades públicas. Sin embargo, Manuel Pimentel (Sevilla, 1961) reconoce que sus vivencias como ministro de Trabajo sí le han ayudado en su faceta como escritor. “El paso por la política es tan intenso, las pasiones se maceran tanto, que te permiten después conocer mejor el alma humana para escribir”, aseguró ayer durante la presentación de su novela de íntriga ‘Dolmen’, en el marco de las actividades de la Feria del Libro de Melilla.
El acto, celebrado en el salón de actos del Teatro Kursaal Fernando Arrabal, fue conducido por el escritor Emilio González Ferrín, que hoy sábado presentará su libro ‘Cuando fuimos árabes’. En esta ocasión los papeles se intercambiarán y será Manuel Pimentel quien se ocupe de dirigir el evento.
El exministro de Trabajo dio cuenta a los asistentes de ‘Dolmen’, una novela de intriga que transcurre en la España actual. Cuenta la historia de una joven arqueóloga que va a excavar a Valencina de la Concepción en un yacimiento de dólmenes (construcciones antiguas de piedra, a las que se le atribuye principalmente la función de sepulcro colectivo) muy importante situado al lado de Sevilla. Hay un asesinato y arranca el suspense. “Pero lo importante es el trasfondo del megalito, el dolmen. No lo sabemos pero España es el país con los dólmenes más importantes y antiguos del mundo”, aseguró.
“Están ahí, inquietantes, nos rodean. Hay mucha gente que está retornando al rito de los dólmenes y sobre esto trata la novela”, explicó el escritor.
Como aficionado a la arqueología, destacó que estas construcciones fueron “nuestras primeras catedrales” y concretó que los más antiguos en la península datan de hace 7.000 años. “Son hermosos, son colosales. Tienen magia, tienen energía”, añadió.
Y eso fue lo que le atrajo de los dólmenes para escribir este libro. Para preparar la novela, Pimentel explicó que necesitó ver y “sentir” muchos dólmenes.
Recordó que dirige un programa de arqueología para TVE, lo cual le permite visitar muchas de estas estructuras. “He tenido la oportunidad de pasar mucho tiempo en dólmenes. Me gusta sentarme, pensar, verlos. Cuando vas conociendo, vas interpretando algunas formas y lo que te quieren decir”, detalló.
Mucha energía
“Suelen estar en sitios de energía. No se ponen en cualquier sitio, como las iglesias y las mezquitas. Se ponen en sitios de especial religiosidad”, concretó.
Tras ocuparse de la cartera de Trabajo un año en el Gobierno de José María Aznar (PP), Pimentel está centrado ahora en escribir y también dirige la editorial Almuzara. “El mundo de la política es muy apasionante porque son las pasiones humanas en estado puro. Es muy necesario y muy importante. Para mí fue bonito mientras duró”, broméo acerca de aquella etapa.
“La sigo con mucho cariño e interés intelectual pero no estoy ni volveré. Es un laboratorio de las pasiones humanas”, subrayó, añadiendo que ahora la aborda desde la novela y también desde el ensayo, que le “divierte mucho”.
Actualmente está terminando “algo más prosaico” como un manual de oratoria y después empezará otra novela.
Visitante de Melilla en numerosas ocasiones, Pimentel dijo que le gusta mucho la ciudad y no solo la parte modernista, sino también El Pueblo: “la historia, lo que evoca, el peñasco, la ciudad mediterránea, la puerta que habla tanto de Europa como de África”.