La jornada resultaba redonda para los intereses del equipo que preside Yamili Mizzian, puesto que el triunfo ante el Natación Almería y la derrota del CD Huétor Vega en su campo frente al Linares Deportivo no solo valía para evitar el descenso de categoría sino para lograr a su vez el ascenso a la División de Honor Juvenil. Doble alegría para el conjunto rojinegro, que ve premiado el buen trabajo realizado a lo largo de una temporada en la ha estado durante casi todo el curso coqueteando con el descenso.
El conjunto estudiantil competirá la próxima temporada en la máxima categoría del fútbol juvenil español, por lo que los aficionados melillenses podrán volver a disfrutar de la presencia de clubes que cuentan con algunas de las mejores canteras del panorama nacional como el Sevilla FC, Real Betis Balompié, UD Almería o Málaga CF, entre otros.
La alegría se desbordaba al término del encuentro disputado en el campo federativo de La Espiguera en el que los de Ahmed Dris se impusieron con un marcador contundente (5-1) al conjunto andaluz del Natación Almería, que visitaba el coso norteafricano con los deberes hechos y sin nada en juego.
El técnico del cuadro colegial valoraba para El Faro lo que había sido el encuentro. “El partido se presentaba como la última final para conseguir el objetivo de la permanecía, pero teníamos que tener un ojo en el campo del Huétor Vega, por donde pasaban muchas de nuestras opciones”, manifestó.
“La semana, en cuanto a la preparación, fue normal. No quisimos relacionar ambos partidos, solo centrarnos en el nuestro, y mas después de todos los rumores que hubo en los días previos referentes a supuestos intereses de otros clubes implicados en los ascensos a División de Honor que podían afectarnos”, añadió.
“También estuvimos muy pendientes del tema del ayuno de los jugadores, no queríamos tener problemas durante el partido, y fuimos mentalizando a los jugadores que tuvieran en cuenta esta situación y que fueran regulando los esfuerzos, ya que si no lo hacían podían verse muy afectados y tener que abandonar el campo antes de lo que teníamos pensando para algunos”, significó Dris.
Ya centrados en el choque, el preparador melillenses aseguró que: “Al partido salimos mentalizados de que no podíamos especular en ningún momento, pero tampoco podíamos caer en la trampa de intentar solucionarlo en 15 minutos, ya que esa ansiedad podía ir en nuestra contra. Aun así, todo se puso muy de cara cuando Abdu a los tres minutos de juego culminó en el área pequeña una gran jugada de Mizzian. Este gol tempranero nos dio la tranquilidad que necesitábamos para gestionar el partido, nuestro juego tuvo una buena continuidad y fuimos generando varias ocasiones claras de gol para tener mayor ventaja, pero no fue hasta el minuto 30 cuando una buena jugada por banda la finalizaba Carlos con acierto”.
A pesar del 2-0 que reflejaba el electrónico los colegiales seguían mostrándose muy ambiciosos. “Estábamos siendo capaces de generar mucha superioridad en las bandas, por lo que llegábamos con mucha profundidad y peligrosidad, y por esa misma zona llegó el tercero obra otra vez de Carlos Cañada”, indicó.
Los melillenses se marchaban al descanso con el partido prácticamente sentenciado, si bien el técnico rojinegro no quería ningún tipo de confianzas. “En la segunda parte, con una diferencia tan amplia en el marcador, salimos algo mas relajados, e intentando medir los esfuerzos ya que la mitad del equipo se encontraba guardando ayuno. En el minuto 53 realizamos el primer cambio en medio campo y eso generó algunos desajustes durante varios minutos que fueron aprovechados por el contrario para recortar distancia”, declaró Ahmed Dris.
“Tras su gol tuvimos minutos de desconcierto, seguíamos teniendo problemas en medio campo, y ellos conseguían recibir balones a nuestras espaldas, lo que hacía que tuvieran varias opciones de llegar con peligro. En el 66, en un córner, tuvimos el acierto de marcar, y eso ya puso punto final a la resistencia del Natación. Desde ese momento el partido pasó a ser controlado por nosotros en todo momento y solo quedaba gestionar el tiempo esperando el final, aunque antes pudimos ampliar la ventaja”, aseguró.
Con la certificación de la permanencia, jugadores y técnicos no pudieron ocultar su alegría. “Tras finalizar el partido, el vestuario era todo euforia y caras se saber que habíamos cumplido con nuestra parte. Una vez que supimos que se había conseguido el objetivo, tuvimos nuestros momentos más emotivos. Llegaron los momentos de despedida de los jugadores de tercer año que cumplen y que dejarán de estar con nosotros, soltar lastre de todo ese trabajo acumulado y que por fin tenia su recompensa”, manifestó el técnico colegial.
“En el otro partido todo salió a favor de nuestros intereses, el Linares salió al campo a ganar su partido y lo consiguió (1-2), y ese resultado a la vez le daba el ascenso al Tiro Pichón”, apuntó.
“En resumen, podemos decir que fue un día muy especial, se consiguió el objetivo marcado a principios de temporada que era mantener la categoría, y más si cabe después de lo complicado que llegó a ponerse en las últimas jornadas. Y como no el regalo que lleva aparejado: el ascenso a División de Honor, que será algo muy bonito de volver a vivir para los chavales”, destacó.
Para finalizar, el técnico del Rusadir quiso mostrar su apoyo al colegiado melillense Francisco De Oses Bumedien. “Aprovecho para mandarle un fuerte abrazo y deseos de una pronta recuperación a Francisco de Oses, que se encuentra convaleciente y que sabemos que dentro de poco volverá a estar pitando por el césped”, concluyó.