El alto número de menores extranjeros que acceden a la ciudad se debe a diferentes causas. Entre ellas se encuentra el poco celo que las fuerzas de seguridad marroquíes ponen en controlarlos. Pero también hay otras situaciones que realmente son complicadas de controlar, o que precisan de una minuciosa investigación para ser descubiertas.
Ayer, la Fiscalía de Melilla emitió un informe en el que anuncia la apertura de diligencias de investigación penal por el pago a personas por ayudar a los menores a acceder a suelo español.
Según el ministerio público, estas personas no tienen vínculos familiares con los niños, por lo que apunta a que ante de cruzar la frontera con los menores se les abona una cantidad para que los acompañen y les faciliten así el paso.
También se ha observado que hay padres marroquíes que entran con sus hijos en Melilla. Tras acompañarlos hasta las inmediaciones de la Jefatura de la Policía Local, los progenitores regresan a Marruecos, llevándose consigo la documentación de los hijos y dejándolos en un total desamparo.
No hay forma humana de comprender tal conducta por parte de unos padres. Aunque una familia se vea asfixiada por las estrecheces económicas, el hecho de dejar a alguno de sus hijos en suelo europeo en modo alguno va a mejorar su situación. ¿No son conscientes de los peligros que supone para un niño vivir a la intemperie?
Estos hechos constituyen un delito de abandono de menores, castigado en el Código Penal. La investigación de Fiscalía sin duda servirá para controlar con todas las de la ley a esas personas.