En la jornada de ayer se registraron seis nuevas cancelaciones de vuelos y otros cuatro desvíos
Melilla está donde está. No podemos cambiar su ubicación geográfica. Y cuando las condiciones meteorológicas se complican, el transporte de la ciudad con la península se ve afectado también irremediablemente. En este caso y desde el sábado, han sido las conexiones aéreas las que se han visto perjudicadas durante tres días consecutivos.
Si en una jornada cualquiera que se cancelen o desvíen vuelos ante la imposibilidad de aterrizar en nuestro aeropuerto resulta muy molesto para los ciudadanos, este fin de semana lo ha sido todavía más porque había más pasajeros de lo habitual y ha perjudicado a las numerosas personas que se desplazaron hasta Melilla para participar en la Africana.
Pero no han sido los únicos afectados. Competiciones deportivas, alumnos y profesores del IES Juan Antonio Fernández, La Salle y el Enrique Soler, y los pequeños jugadores de la Selección Alevín de Fútbol-8 de la Federación Melillense han sido algunas de las víctimas registradas en los últimos días a causa de las inclemencias meteorológicas.
Está claro que ante condiciones adversas, debe primar la seguridad por muy molesta que sea la cancelación de vuelos. El espacio del aeropuerto de Melilla es limitado y los pilotos no tienen mucho margen cuando la lluvia o, como en este caso, las nubes bajas, no les dejan ver claramente la pista de aterrizaje. Sin embargo, se debería estudiar si Melilla podría contar con sistemas mecánicos para facilitar la maniobra de los aviones. Si no, Melilla se seguirá quedando incomunicada demasiadas veces.