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Los portadores del trono sacaron a los santos titulares a la puerta para que los fieles pudieran verlos
La ilusión por ver el traslado de Jesús Cautivo y María Santísima del Rocío tras un año de espera se rompió ayer cuando los portadores tomaron la decisión de no sacar a los santos titulares por temor a que pudieran caer del trono debido a las fuertes ráfagas de viento. En su lugar, los miembros de la Cofradía de Nuestro Padre Cautivo y María Santísima del Rocío decidieron sacar las imágenes hasta la puerta de la parroquia de Santa María Micaela para que las decenas de fieles congregados pudieran verlas.
Jóvenes y mayores se reunieron al caer la tarde en la iglesia con el deseo de que amainara el temporal y poder hacer el tradicional traslado de las figuras, que precede a la procesión de Semana Santa. El paseo de estos santos se caracteriza por hacer una parada en el Hospital Comarcal para saludar a los enfermos antes de depositar el trono en la Casa de la Hermandad y dejarlo preparado para la salida procesional. Sin embargo, el fuerte viento lo impidió.
Paso hasta la entrada
Los responsables de la cofradía decidieron desplazar las imágenes hasta la puerta de la parroquia para que los asistentes pudieran, al menos, verlas. Antes de ello, los cófrades entregaron un diploma a los más pequeños de la congregación, que precedieron el paso con una réplica de El Cautivo, realizada por el escultor melillense Antonio Ortega.
La banda de la cofradía guió el paso con su característico redoble de tambores. Los niños abanderaron el acto simbólico con esta pequeña escultura y cruzaron la nave central de la parroquia con el varal sobre sus hombros. Se detuvieron en la puerta, acompañados de aplausos, y lentamente giraron la escultura hasta encararla con el trono de los santos titulares.
Tras oír el redoble de campanas, levantaron el trono de El Cautivo y su réplica, momento en el que los asistentes rompieron en aplausos y vítores. Finalmente, los niños depositaron la escultura en su pedestal, mientras que los portadores sacaron las imágenes a la entrada, donde los demás fieles aplaudieron emocionados.