La víctima dijo que él se presentó bebido en su casa y ella se fue de la vivienda para llamar a la Policía
La Fiscalía de Melilla pidió ayer un año de prisión para un acusado de un delito de violencia de género en el ámbito familiar. Según recogía el Ministerio Público en su escrito, el pasado 13 de marzo el encausado se presentó en la vivienda de su mujer, quien había iniciado los trámites de separación, y le propinó una patada en la pierna. Esto ocurrió, siempre según la versión de la acusación, después de que el encausado, en estado de embriaguez, pidiera a la víctima que no se divorciara de él, a lo que ella se negó.
Estos hechos se enjuiciaron ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla. El procesado negó que hubiera agredido a su mujer y que hubiera ido a su vivienda bajo los efectos del alcohol. Según señaló, él venía de trabajar y si le hubiera pegado una patada con las botas del uniforme, ella presentaría algún hematoma o lesiones visibles. El hombre aseguró que fue la víctima quien le dijo que pasara al interior del domicilio familiar porque no tenía alimentos.
“Quería que yo le diera dinero, pero yo no sabía en qué iba a emplearlo”, dijo. Al respecto, agregó que él se ofreció a ir a comprar comida con el coche.
El encausado reconoció que intentó convencer a su mujer para que no iniciase los trámites del divorcio. Según dijo en el juicio, le pidió a ella que, en todo caso, se separasen, pero que él estaba dispuesto a intentar que no fracasara el matrimonio. “Yo quería hablar con ella, pero de repente se puso furiosa”, sostuvo el procesado.
El individuo insistió en que no sabía el motivo que había llevado a su mujer a denunciarlo. Expuso que él fue a ducharse y que, en ese momento, sin razón aparente, ella llamó a la policía. Según apuntó, cree que tiene que ver con su inestable situación económica. “Esto viene acarreando desde que dejé de trabajar y no tengo un sueldo. Desde entonces me insulta y me molesta”, argumentó.
“Si bebe no sabe lo que hace”
La mujer, por su parte, explicó en el juicio que lleva un mes separada de su marido. Según aseguró, él se presentó en la vivienda bajo la influencia de bebidas alcohólicas. “Cuando bebe no sabe lo que hace y viene a molestar”, sostuvo. La víctima relató que el acusado le preguntó si iban a volver juntos, a lo que ella le contestó que no. Fue entonces cuando, según su versión, recibió una patada en la pierna y amenazas de que iba a dañar la casa.
“Tuvimos que salir de la vivienda (ella y su hijo) por miedo a que pasara algo gordo”, subrayó la denunciante ante el juez. Según aseguró, por ese motivo llamó a la policía desde la calle.
La mujer sostuvo que él le pegó una patada, aunque aclaró que no le dejó ninguna marca en la pierna.
Tras escuchar todas las declaraciones, la representante del Ministerio Fiscal solicitó que se dictara una sentencia condenatoria en contra del encausado. En su escrito, reclama que sea castigado a un año de prisión y que no pueda aproximarse a su mujer a menos de 200 metros por un periodo de dos años. El abogado de la acusación particular, que este procedimiento representaba a la víctima, se adhirió a la petición de la fiscal.
La defensa, por el contrario, solicitó la libre absolución de su cliente. Según afirmó, el hombre fue directo del trabajo a la casa, por lo que no queda acreditado que acudiera a la vivienda en estado de embriaguez. Insistió también en que la mujer tendría algún hematoma si hubiera recibido una patada.
El caso quedó visto por el titular del Juzgado de lo Penal número 1 para el dictado de una sentencia.