-
Vecinos los alertaron al creer que la caída de cascotes era por la entrada irregular de personas
Una dotación de Bomberos se desplazó ayer, sobre las 10:30 horas, hasta la calle General Aizpuru tras recibir la llamada de unos vecinos que atribuían la caída de cascotes de la planta superior a una entrada de personas de forma irregular. Los profesionales del Cuerpo alertaron a la Policía Local para comprobar si había o no individuos en la vivienda, que finalmente resultó estar vacía.
Después de hacer esta comprobación en el inmueble afectado, los Bomberos inspeccionaron atentamente la fachada de la que se habían desprendido los cascotes que cayeron en la acera. Posteriormente, se dedicaron al balizamiento de la zona con vallas para evitar que los viandantes pasaran por debajo y sufrieran algún accidente con la caída de piedras. Desde el Cuerpo señalaron a El Faro que nadie resultó herido y que tardaron dos horas en esta acción.