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Mustafá se define como “un jugador de banda, creador de juego y habilidoso”. Braim se mostró muy contento y satisfecho por ver que el trabajo en Linares “ha servido para volver”
Mustafá Azman y Braim Amar son, ya oficialmente, jugadores de la Unión Deportiva Melilla. En la matinal de ayer jueves, ambos futbolistas compartían su primer entrenamiento juntos, si bien antes habían sido presentados a los medios de comunicación.
El primero en tomar la palabra fue Mustafá, que hizo gala de un perfecto acento andaluz cultivado en Sanlúcar la Mayor, localidad sevillana donde llegó con apenas once años. El extremo sabe que tendrá que trabajar mucho para superar el rendimiento de Rubén Martínez, “un gran jugador que ha sido querido aquí por todos”.
Preguntado por sus características, Azman se define como un futbolista “de banda, creador de juego y bastante habilidoso en el uno contra uno”. Quiere “dar el máximo nivel posible” en una escuadra que espera y desea “siga en esta misma dinámica positiva”. El saharaui reconoce llegar para “conseguir el objetivo que ahora mismo todos tenemos en mente” y se declara “disponible para el míster” en caso que decidiese alinearlo o convocarlo para el partido ante el Badajoz.
Mustafá ha comentado que su recibimiento ha sido “muy bueno”, más aún en un vestuario en el que ya conocía a varios de sus compañeros (Richi, Boateng y Yacine ya compartieron caseta con él).
Braim, feliz de volver
Al comenzar su intervención, Braim dijo sentirse “muy contento y satisfecho por ver que el trabajo de estos seis meses (en Linares) ha servido y he podido volver a casa”. El extremo ha dicho crecer lejos de casa “como futbolista y como persona”, especialmente gracias a estar “solo, lejos de casa y en una categoría que está muy fuerte”.
Ha expresado el melillense que espera tener un rol protagonista en los esquemas de Manolo Herrero, que a eso viene. Ha explicado, además, que su vuelta al conjunto unionista ha sido “algo más difícil de lo esperado” ya que el Linares Deportivo no quería deshacerse de él por el rendimiento ofrecido en la primera vuelta, pero finalmente –y como ha explicado posteriormente el presidente- ambos clubes llegaron a un acuerdo.
Finalmente, Braim podrá poner su granito de arena en el ataque de la Unión Deportiva Melilla para intentar alcanzar los puestos de liguilla. “En todo caso, estoy muy feliz por volver”, concluía antes de marcharse con su nuevo compañero a La Espiguera, donde se llevaba a cabo el entrenamiento programado para ayer jueves.