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Imbroda asegura que no van a a cesar hasta que solucionen el problema de los menores en la ciudad
El dispositivo de seguridad que se está encargando de localizar a menores que viven en la calle en las últimas semanas ha logrado trasladar a centros de acogida a 50 niños, de los que 29 habían entrado por primera vez y no tenían reseña previa. Además, también se localizó a quince adultos a los que se les aplicó la Ley de Extranjería y se les ha abierto un expediente de expulsión. Todos son marroquíes. Los datos los ofreció ayer el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, tras una reunión entre la Administración local y la central, a la que también acudieron responsables de la Policía Nacional y la Guardia Civil, para abordar la situación de los menores extranjeros.
Las operaciones de localización de los menores forman parte de las medidas adoptadas de forma coordinada entre la Delegación y la Ciudad para frenar “la proliferación de menores que merodean por las calles” y que se niegan a beneficiarse del sistema de tutela, acogida y asistencia de la Consejería de Bienestar Social. Con esta medida también se intenta encontrara a aquellos jóvenes mayores de edad que se agrupan con los menores y que muchas veces son confundidos con estos.
Las operaciones de detección y recogida se iniciaron el pasado día 24 y ha habido otras dos salidas, el día 26 y el 29. Todos los jóvenes encontrados eran de nacionalidad marroquí. Desde la Delegación indicaron que no se trata de una actuación nueva, pero que en estos últimos días se ha intensificado ante la mayor presencia de menores. Apuntaron que con este “plan de choque” no sólo quieren permitir el traslado a los centros, sino también que permanezcan en ellos.
Todos los esfuerzos
Por su parte, el presidente del Gobierno local, Juan José Imbroda, insistió en que se va a seguir trabajando intensamente para solucionar este problema “que genera alarma social”. Imbroda reiteró que es un asunto muy complejo, pero dejó claro que se van a poner todos los recursos necesarios para dar respuesta a esta situación. Apuntó que harán reuniones periódicas para ver cómo funcionan estas medidas. “Ver un menor no es sinónimo de ver un delincuente”, aseveró el presidente, que pidió a los ciudadanos analizar el asunto en su justa medidas.
Imbroda indicó que en unos días estarán los educadores trabajando con los niños de la calle “de una forma constructiva”. “Vamos a ir a por ellos en el sentido positivo de la palabra, porque los primeros afectados, las primeras víctimas son los que están en la calle”, aseveró.
El presidente hizo un llamamiento a que las ONG dejen de ir a las escolleras a llevarles mantas o comida a los menores, porque esas necesidades están cubiertas en el momento en el que los niños acceden a ser acogidos. “Esa labor no conduce a nada, conduce a que el menor intente colarse en el barco, se estrelle y se mate”, apostilló el líder del Ejecutivo, que señaló que sabe que dentro de estas personas que ayudan a los chicos, saben que muchos lo hacen con buena intención, aunque también hay otros que no.
El líder del Ejecutivo local pidió que se deje trabajar a los asistentes sociales para conseguir solucionar este problema. “Melilla es la región de toda España que más menores extranjeros tiene en números relativos y puede que incluso en números absolutos. Estamos haciendo un esfuerzo y lo vamos a seguir haciendo”, apostilló Imbroda, que reiteró que no van dejar de trabajar hasta lograr una solución definitiva.