-
Melilla recibió ayer una nueva visita de un miembro del Gobierno central
Si el pasado 27 de diciembre venía el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, quien trató asuntos vitales para las comunicaciones de la ciudad, ayer lo hizo la titular de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, que se reunió con las autoridades locales para estudiar temas no menos importantes.
Entre ellos está la reanudación de las obras del Hospital Universitario, que llevan paralizadas desde hace cinco años. Montserrat afirmó que el proyecto de ejecución de ese centro sanitario estará concluido dentro del primer semestre de este año. Tomando al pie de la letra esta declaración, es posible que se retrase hasta junio.
Hablamos de retraso porque cuando el director general del Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa), José Julián Díaz Melguizo, visitó Melilla el pasado octubre, afirmó que el diseño del nuevo hospital estaría ya preparado el próximo marzo.
La ministra de Sanidad se comprometió a que, cuando el proyecto de ejecución esté concluido, el propio Díaz Melguizo regrese a la ciudad para presentarlo. A partir de ese momento, se pondrán en marcha todas las medidas necesarias para reanudar los trabajos de construcción.
Otro de los objetivos más importantes del Ministerio de Sanidad para Melilla durante la presente legislatura será la reforma del ambulatorio de Cabrerizas, uno de los más masificados de la ciudad. Asimismo, la titular de esta área destacó que el centro de grandes dependientes estará operando en unas semanas, aunque no especificó cuántas.
Como anécdota, cabe destacar que Montserrat no aceptó preguntas de la prensa, algo inesperado tratándose de una ministra que viene a informar de importantes proyectos para la ciudad.
Los políticos no deben acostumbrarse a estas actitudes, puesto que los periodistas buscamos dar la información más completa posible a nuestros lectores y nuestras preguntas están encaminadas a ello. En este sentido, Montserrat debe tomar nota de cómo actuaron otros ministros que han visitado Melilla, quienes no tuvieron ningún reparo en atender a los medios de comunicación, algo que también va incluido en el sueldo que los contribuyentes les pagamos.