Abdel-Lah asegura que las papeletas se entregaban en Correos en tandas para no llamar la atención
Nordin Abdel-Lah aseguró ayer en el juicio que, en el tiempo que duró este entramado, podía llegar a manipular al día entre 120 y 200 votos en la sede de Juventudes Socialistas (JSME). Según afirmó ante el tribunal de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial, al final de la jornada se juntaban los votos recolectados en las sedes de CpM y JSME. “Nos traían los sobres de CpM y nosotros los llevábamos a Correos”, señaló el acusado.
Explicó que lo hacían en tandas de 20 a 30 sobres para evitar llamar la atención. “Muchas personas participaron entregando los votos”, agregó el encausado. Algunas de ellas, dijo, fueron Sergio Martínez, quien primero era militante y luego llegó a ocupar el cargo de secretario de Organización de JSME; y también Yeray Díaz, que era administrativo del PSOE.
Estos sobres con votos eran aceptados sin el menor problema en la sede de Correos, sostuvo Abdel-Lah. Según dijo, desconocía si el entonces director de la empresa de servicios postales, Juan José Redondo, estaba al tanto de lo que ocurría y actuaba en connivencia.
El acusado aseguró que sólo hubo una vez que él participó en la entrega de los sobres. Fue un día que manipuló unos 200 votos. Tras hablar por teléfono con el ex secretario general del PSOE, Dionisio Muñoz, acudió a Correos. Según explicó, la sede ya había cerrado porque eran en torno a las 21:30 horas. “Había un funcionario esperando para recoger la bolsa con los votos”, afirmó.
Mismo ‘modus operandi’
Abdel-Lah apuntó que no podía hablar sobre los acusados de la formación de CpM porque él no estaba en esa sede, por lo que no sabía cuál era la participación de cada uno. No obstante, confirmó que ambas formaciones seguían el mismo ‘modus operandi’.
El procesado también manifestó que era habitual ver al presidente de CpM, Mustafa Aberchán, rondando por la sede de JSME.
Según firmó Abdel-Lah, entre las dos formaciones sumaron entre 1.800 y 2.000 sobres a través de la operación del voto por correo. Los problemas llegaron tras las elecciones, cuando muchas de las personas a las que votaron no fueron elegidas en para ocupar puestos de los planes de empleo.
Abdel-Lah señaló que, a su parecer, los planes de empleo de 2008 se elaboraron para dar salida a las promesas que la coalición realizó durante la campaña a cambio de los votos. Se llamó a las personas que habían sido registradas en las bases de datos, pero no se pudo dar trabajo de forma nominativa a más del 40% de los que aparecían en las listas porque había que cumplir las directrices nacionales. “El enfado de la gente era notorio”, recordó.
Escobar no estaba de acuerdo con la operación
El procesado aseguró que todos los miembros del PSOE eran conocedores de la trama que se estaba urdiendo para conseguir votos de forma ilícita. Según apuntó, hubo quien manifestó que no estaba de acuerdo con el procedimiento que se estaba llevando a cabo. Uno de ellos fue Gregorio Escobar, el entonces delegado del Gobierno. Otra de las personas que no veía con buenos ojos la operación para captar votos era Ana Mansilla, quien entonces era directora de la Unidad de Promoción y Desarrollo (UPD). “Decía que nos iban a buscar la ruina y que a ver cómo íbamos a salir de esta”, sostuvo Abdel-Lah.