Fiscalía reclama un año de prisión para un acusado de dar dos puñetazos a su mujer en la cabeza
Un individuo se enfrenta a una posible condena de un año de prisión por un delito de maltrato habitual. La víctima relató la semana pasada ante la titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla el “infierno” que aseguró que vivió con el que fue su marido durante ocho años. Según confesó, además de golpes, recibía amenazas diarias: “Me decía que me iba a echar ácido en la cara si lo denunciaba a la Policía”, sostuvo la mujer.
Los hechos llevados a juicio tuvieron lugar el día 2 de este mes, en torno a las 17:00 horas, en el interior del domicilio familiar, situado en el Barrio Hebreo. El encausado no se presentó a la vista, pero esta se desarrolló en su ausencia. Esto es posible cuando la pena que se reclama es inferior a dos años. De lo contrario, el juicio hubiera tenido que suspenderse y la juez tendría que haber dictado una orden de búsqueda y captura.
Según expuso la mujer, el procesado la agarró fuertemente del brazo y de la mano, haciéndole daño en ambas partes. Luego, le propinó dos puñetazos en la cabeza.
La víctima contó ante la juez que ambos iniciaron una discusión que comenzó en presencia de sus hijos. Ella, para evitar que vieran la pelea, los apartó a otra habitación. La agresión tuvo lugar justo después, apuntó la perjudicada. Según dijo, en la vivienda también se encontraba su madre y una empleada, pero ninguna presenció los hechos denunciados.
Daños en la vivienda
Después de recibir los golpes, la mujer cogió el teléfono para avisar a la Policía. El encausado, de la rabia, comenzó a causar daños en objetos de la vivienda: destrozó el cristal de un espejo y rompió una televisión al tirarla contra el suelo, según relató la víctima.
“Me ha pegado más de una vez”, aseguró la denunciante. También contó que el maltrato verbal había sido constante por parte del acusado: “Me insultaba y me decía que era una cualquiera”. En este aspecto, lamentó que había sufrido infinidad de humillaciones en los últimos años del matrimonio.
Vivir con tranquilidad
De hecho, según apuntó la mujer, uno de sus hijos le pidió que echara al padre de la casa debido al ambiente de violencia que se respiraba en el domicilio familiar.
La víctima puso de manifiesto que su deseo era poner fin al miedo una vez que se celebrase el juicio. “Quiero tranquilidad”, rogó.
Hechos probados
La fiscal puso de manifiesto que el informe del médico forense venía a corroborar que la mujer sufrió las lesiones referidas. Asimismo, recordó que el acusado no quiso prestar declaración durante la fase de instrucción, además de no acudir al juicio, en el que podría haber ofrecido una versión exculpatoria en el caso de que fuese inocente. Por todo ello, reclamó el dictado de una sentencia condenatoria, solicitando una pena de un año de cárcel por el delito de maltrato, así como una multa de 600 euros por los daños ocasionados en la vivienda familiar.
Para la letrada de la defensa, sin embargo, los hechos no habían quedado suficientemente probados, por lo que pidió la absolución de su cliente. La juez decidirá.