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H.M. tenía algo más de 20 años y era de Argelia
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Llevaba un mes el centro, donde no había tenido ningún tipo de problema y no había presentado la solicitud de asilo
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Los forenses iniciaron la autopsia al mediodía
H.M. tenía ‘veintitantos’ años y ayer murió en el puerto intentando alcanzar su sueño de tener una vida mejor. Falleció al tratar de colarse como polizón en el barco de Armas. Este joven residente en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) cayó de los bajos de un camión, poco después de que el vehículo accediera a la bodega del buque que hace el trayecto Melilla-Motril. Así lo aseguró ayer la Delegación del Gobierno, que indicó que las Fuerzas de Seguridad del Estado recibieron el aviso sobre las 07:50 horas.
Se solicitó la presencia de una ambulancia y el personal sanitario certificó la muerte de este varón. Aseguraron que desconocían las causas de la exactas de la muerte.
Fuentes consultadas por El Faro explicaron que todo apunta a que el joven se golpeó la cabeza al caer del camión y que los sanitarios no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
En relación a este asunto, fue sobre el mediodía cuando los forenses de la ciudad comenzaron a practicarle la autopsia al fallecido.
El barco de Armas, que tenía prevista su salida a las 07:50, pero se retrasó hasta las 9:30 horas. La Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía se ha hecho cargo de esta investigación.
No había solicitado asilo
H.M. llegó al CETI hace un mes. Aunque las fuentes consultadas por El Faro no descartan que este joven llevara mucho más tiempo en nuestra ciudad.
Vivía en el centro, como muchos otros migrantes que llegan a Melilla para intentar dar el salto hacia otros países europeos. En el CETI nunca tuvo ningún problema y tampoco era solicitante de asilo, añadieron esas mismas fuentes. No hay nada relacionado con el centro que pudiera influir en que este veinteañero tomara la decisión de jugarse la vida intentando ir como polizón en un barco.
Dos vidas sesgadas
H.M. es el segundo migrante que muere en menos de una semana en nuestra ciudad. El domingo un hombre de origen subsahariano fallecía tras caer de una patera en la que iban otras 17 personas. Los GEAS (Grupo de Actividades Subacuáticas) encontraron su cuerpo sin vida flotando cerca del Dique Sur.
Pero no son las únicas personas que han fallecido en nuestras costas en el último año. El 19 de mayo una patera llegaba a Aguadú con 24 inmigrantes. Dos agentes que estaban fuera de servicio pescando en la zona dieron el aviso a los GEAS. Los auxiliados indicaron que faltaba un hombre, que fue buscado por los guardias civiles. Finalmente, a pesar de la insistencia de los migrantes de que había una persona más que cayó al agua y de un operativo de búsqueda de varios días, la Administración indicó que no era así.
También está el caso de siete mujeres inmigrantes que fallecieron tras caer de una patera en la zona de Aguadú, según denunció una ONG. La Benemérita reconoció que rescató a 13 personas, pero que no sabía nada de que hubiera fallecidos. Indicó que desconocía lo que pudiera haber ocurrido en aguas marroquíes. Pero el drama de la inmigración se la cobrado muchas más vidas. Son muchos los sueños rotos o ahogados en los últimos años.
Prodein asegura que son once las personas fallecidas este año
El presidente de Prodein, José Palazón, aseveró que es “una barbaridad” que se hayan producido en menos de una semana dos muertes. Subrayó que son once las personas fallecidas en lo que va de año. Aseveró que esto no pasa en otra frontera del mundo, a excepción de las que dividen países en guerra. Reiteró que esta situación es “tremenda” y que lo peor es que la gentes se está acostumbrando a este tipo de noticias en Melilla.
Palazón señaló que el 21 de agosto fallecieron siete mujeres ahogadas en la zona de Aguadú. Viajaban en una patera con 40 personas más de las que 27 se tiraron al agua, de las que 13 de ellas fueron rescatadas por la Benemérita.
También recordó el caso de dos inmigrantes que fallecieron el 24 de septiembre cerca de Beni Enzar asfixiados por los gases que lanzaron agentes marroquíes cuando trataban de llegar a Melilla por una especie de túnel o antigua alcantarilla.
Por último, subrayó que no hay ninguna frontera del mundo con una situación similar a la de Melilla en la que haya tantas muertes sin un conflicto bélico.