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CCOO y UGT abogan por incrementar las multas y CSI-F pide reforzar las plantillas para evitar tensiones
“Escasa”, “muy suave” y “corta”. Con estos calificativos definieron ayer varios sindicatos la pena de cuatro meses de cárcel impuesta, por un delito de atentado a los agentes de la autoridad, al paciente autor de la agresión del pasado 25 de septiembre a un facultativo en el Centro de Salud de Cabrerizas, cuya sentencia se dio a conocer este miércoles. Además, tendrá que abonar una multa de 120 euros por las lesiones causadas. Sin embargo, no entrará en prisión por carecer de antecedentes penales.
Para el secretario general de CCOO Melilla, Francisco López, la pena es “escasa” y deja la sensación de que “el coste de agredir es barato”. No obstante, López puntualizó que no solo reclaman penas de prisión mayores sino que también habría que añadir a las condenas trabajos para la comunidad y multas económicas.
“Nuestra reivindicación es que se consideren estas agresiones como un atentado a la autoridad”, insistió. Señaló que la ley lo reconoce pero que no se aplica en la práctica. “No podemos hacer el trabajo con una mampara porque es necesario el contacto directo con los pacientes”, apuntó el responsable de CCOO.
En cuanto a la propuesta de presencia policial en los centros para evitar este tipo de agresiones, señaló que tampoco sería muy efectiva puesto que tampoco estarían dentro de las consultas. Por ello, reclamó que las sentencias sirvan como “lección” y “ejemplo” para los que cometen este tipo de actos.
Por su parte, para la responsable del sector de Sanidad de CSI-F, Carmen Sánchez-Rando, la pena de cárcel impuesta se queda corta aunque no entró a valorar la decisión del juez.
“Las penas deben ser acordes a que el personal sanitario sea reconocido como autoridad. Que se aplique la ley”, reivindicó Sánchez-Rando, aunque señaló que la falta de personal acentúa que se produzcan agresiones por las “largas esperas” que generan tensión y “cabreos” en los pacientes.
“Cada vez hay más agresiones porque los centros están colapsados”, aseguró. Por ello, indicó que la Administración debe poner soluciones a este problema, aumentando la plantilla y sustituyendo las bajas de personal. El sindicato lamentó que solo se cubre una de cada tres.
Fuentes del área de Sanidad de UGT calificaron también la condena como “muy suave”. “Deberían endurecerse las penas para que sean ejemplares”, señalaron. En este sentido, desde el sindicato apuntaron que las multas deberían ser más altas.
“Resulta muy barato agredir”, indicaron, asegurando que incluso ha habido algún usuario al que le han impuesto una pena “ridícula” y ha vuelto después al centro a “reírse” de los profesionales.
También señalaron que el sindicato aboga por que todos los profesionales agredidos denuncien y afirmaron que muchos no lo hacen por miedo a represalias.
En el caso concreto del centro de Cabrerizas, dijeron que el número de pacientes es muy alto y no se sustituye a los médicos. “Se deteriora la calidad del servicio, el usuario se enfurece y el profesional está sometido a grandes presiones”, denunciaron.