- Día Mundial del Alzheimer. La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer leyó ayer un manifiesto contra esta enfermedad neurodegenerativa como parte de la campaña ‘Sigo siendo yo’, cuyo objetivo es concienciar sobre esta patología y fomentar su investigación
Ayer se celebró el Día Mundial del Alzheimer, una jornada que no pasó desapercibida para las autoridades civiles y militares que acudieron a la lectura del manifiesto de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFA) de Melilla. Así, el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, y el comandante general de Melilla, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, colaboraron con la mesa de donaciones de la entidad y acudieron a la lectura del texto que define la línea de la campaña de concienciación y sensibilización sobre esta enfermedad neurodegenerativa. La campaña ‘Sigo siendo yo’ pone de relieve la figura del enfermo de Alzheimer como sujeto activo y no como objeto pasivo ante la patología que sufre en primera personas.
El ex diputado en el Congreso Antonio Gutiérrez fue el encargado de leer el texto, que remarcó la necesidad de instaurar un plan de atención transversal que trate íntegramente los distintos aspectos de la vida de un paciente con Alzheimer que se ven afectados por la enfermedad. Así, el manifiesto señaló la importancia de abordar esta patología en los ámbitos familiar, social, sociosanitario y laboral.
Respecto al ámbito familiar, se pidió que la persona que padece Alzheimer no deje de desempeñar su labor y que los familiares no le tutelaran de la noche a la mañana, sino que fomentaran su actividad tanto física o psíquica para retrasar el avance de la enfermedad y para hacerle sentir partícipe de su propia vida.
Desde el ámbito sociosanitario se exigió una mejora en los diagnósticos precoces con el fin de retrasar las últimas etapas de la enfermedad, mientras que desde el ámbito social se animó a incluir a estos pacientes en su día a día con toda clase de actividades, evitando situaciones y circunstancias excluyentes.
En referencia al ámbito laboral y profesional, se pidió a empresas y administraciones el desarrollo de programas en los que el afectado pudiera seguir desempeñando su labor sin ser apartado de su cargo o puesto.
El acto terminó cuando la presidenta de la asociación, María Dolores Arjonillo, hizo entrega de una placa honorífica a la voluntaria de la entidad Matilde Cabrero por su esfuerzo, apoyo y dedicación. “El Alzheimer puede borrar recuerdos, pero no borra la persona que ha sido, que es y que será”, concluyó.