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Tenía 48 horas para presentar alegaciones antes de que la orden de repatriación se hiciera efectiva
Delegación del Gobierno continuaba ayer tramitando la orden de expulsión del joven polizón que el pasado sábado logró colarse en la bodega de un avión que iba a despegar con destino a Málaga. Hay que recordar que una vez que las pruebas oseométricas determinaron que el chico era mayor de edad, éste fue puesto a disposición policial y se le aplicó la Ley de Extranjería.
Según informó en aquel momento la Policía, el joven tenía 48 horas para presentar alegaciones a esta expulsión, antes de que esta se hiciera definitiva. No obstante, desde la Delegación del Gobierno no precisaron ayer si el chico había tramitado o no alguna alegación para evitar que lo expulsen al país vecino.
Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) apuntaron en declaraciones a El Faro que si el juez lo puso a en libertad, mientras dura el plazo para la presentación de recursos, es porque el joven está localizable.
Por parte de la AUGC (Asociación Unificada de Guardias Civiles) dijeron que la función de la Benemérita en estos casos consiste en poner a la persona a disposición de la Policía Nacional, que se encarga de la apertura del expediente de repatriación que cuenta con unas garantías para el propio joven.
Hay que recordar que el chico fue encontrado el sábado en el interior de un avión de la compañía Air Nostrum tras haber conseguido colarse en el aeropuerto burlando los sistemas de seguridad.
Finalmente mayor de edad
Inicialmente el muchacho dijo ser menor, de hecho llevaba varias semanas viviendo en La Purísima a la espera de que le realizasen las pruebas para determinar su edad. Una vez que se concluyó que tenía más de 18 años la Policía se hizo cargo de él.
Al mismo tiempo, la Guardia Civil continúa investigando lo ocurrido en el aeródromo. Al parecer la alarma de los sensores del vallado no sonó cuando el joven la saltó y por eso los vigilantes de seguridad no se percataron de su presencia.
Desde Aena insisten en que el plan de seguridad del aeropuerto había pasado dos inspecciones el año pasado y que ambas habían tenido un resultado satisfactorio.