-
La entidad también está comprobando si pueden sacar agua del pantano con grupos electrógenos
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir aseguró ayer a El Faro que había localizado una segunda avería en la línea eléctrica de la desaladora provocada por la sobretensión que hubo el domingo a las 6:00 horas.
Desde esta institución se indicó que en un principio se había previsto que sólo hubiera un punto único de avería, que estaba localizada en la Alcazaba. Ésta fue arreglada sobre la marcha. Sin embargo, cuando fueron a hacer la conexión eléctrica, el sistema no iba bien. Eso se debía a que había una segunda avería, añadió.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tuvo ayer que utilizar un equipo específico para encontrar el otro punto de la red dañado. Se localizó en la explanada del cementerio cristiano y, durante toda la mañana, los técnicos estuvieron trabajando en ello.
De hecho, el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, indicó que para las 19:30 horas de ayer se había previsto el reenganche a la red por parte de Gaselec, tras la reparación de la línea eléctrica. Añadió que durante la tarde se emitieron los certificados de que estaba todo correcto.
Asimismo, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir subrayó que estaba trabajando en otra actuación. Se trata de poner en marcha los grupos electrógenos de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP), con la que se podría extraer agua de la superficie del pantano de las Adelfas. Esta institución argumentó que hace cuatro años se cedieron estos grupos a la Ciudad.
Por último, esta entidad destacó que había posibilidades de que la propia planta desaladora tuviera alguna avería causada por la sobretensión que hubo el domingo a primera hora de la mañana. Sin embargo, indicó que no había forma de comprobarlo hasta que no se pusiera en marcha esta enorme instalación.
Dos tardes sin agua en la casa y yendo a las fuentes públicas para llenar las garrafas
Antonio, un vecino del Rastro, aseguró que está harto de que haya cortes de agua. Indicó que el domingo por la tarde su familia se encontró con que no caía ni una gota del grifo y ayer, sobre las 17:00 horas, de nuevo la misma escena. Subrayó que, aunque sonara “tercermundista”, iba a tener que ir de nuevo a la fuente pública con varias garrafas para llenarlas de agua. Era la única forma de asearse mientras esperaban que volviera el suministro. Este vecino del Rastro se preguntó por qué no hay “un plan B” para este tipo de casos. Lamentó que las grandes empresas en Melilla no den otra alternativa mientras que se solucionan las averías. Además, se preguntó si se tendrá en cuenta en el recibo del agua todo el verano de recortes y esos dos días sin suministro. Aseguró que cuando se rompió la fibra óptica hace unos años, la compañía les descontó la semana que estuvieron sin conexión.
Yasmin, de Cabrerizas, también ha sufrido los dos días de corte de agua y añadió que está agotada de esta situación que se ha repetido todo el verano.
En el caso de Lili, que vive por la zona del barrio Hebreo, se vio ayer sin la posibilidad de bañar a los niños para que estuvieran listos para ir al colegio esta mañana. Indicó que le iba a tocar despertar a los niños muy pronto para bañarles.