Aunque no hubo heridos, Festejos optó por cerrar la atracción para “no correr riesgos”
La Viceconsejería de Festejos decidió suspender ayer por la tarde el ‘water-slide’ instalado en la cuesta de la Alcazaba después de que se arrojaran piedras desde una zona próxima.
Los organizadores, en un primer momento, pretendían esperar a que interviniera la Policía, pero finalmente optaron por desalojar a los usuarios y desmontar el tobogán para evitar riesgos.
Según informaron a El Faro de Melilla fuentes de la Consejería de Seguridad Ciudadana, aunque nadie resultó herido tras el apedreamiento, que tampoco se prolongó durante mucho tiempo, la atracción se cerró “por seguridad”, porque el ambiente dejó de ser positivo.
El viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz, recurrió a su cuenta de Twitter para anunciar que “por culpa de algunos impresentables se suspende el tobogán”.
“Nos preocupa el bienestar de los ciudadanos y no correremos riesgos por culpa de saboteadores y amigos del boicot”, explicó el organizador de la actividad que estuvo funcionando sin incidentes a lo largo de la mañana de ayer.
“Espero que los que no quieren celebrar el ser españoles no tengan nada que ver”, manifestó el responsable de Festejos en la misma red social.
La respuesta de CpM
Esta indirecta no cayó en saco roto y Coalición por Melilla (CpM) respondió al mensaje del viceconsejero, usando también la plataforma de Twitter. “No se puede ser tan impresentable y cobarde al lanzar ese tipo de expresiones e insinuaciones sin constatar los hechos. Sea prudente”, aseveró el principal partido de la oposición.
En un mismo hilo, el grupo aseguró que condenaba a quienes intentan vulnerar la integridad física “con actos vandálicos” e instó al viceconsejero a que “busque culpables”. Según remarcó el partido liderado por Mustafa Aberchán, los comentarios publicados por Díaz demuestran que “su comportamiento es gravemente acusador y malintencionado”.