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Se les acusa de increpar a agentes, que intervinieron en una operación, con postulados de ideología yihadista
La Guardia Civil detuvo ayer por la tarde en nuestra ciudad a dos hombres de 20 y 24 años, naturales de Melilla, por sendos delitos de amenazas terroristas contra los efectivos de la Guardia Civil que participaron el pasado 23 de junio en el operativo de la ‘operación Malassa’, en el Rastro.
El Ministerio del Interior informó en un comunicado de las detenciones de B.M.L. y S.M.M., de 24 y 20 años, respectivamente, que se llevaron a cabo bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 3 y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Los hechos ocurrieron durante la ‘operación Malassa’, cuando funcionarios judiciales y agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil registraban la vivienda en Melilla de M.E.M, de 40 años, nacido en Tensamane (Marruecos), acusado de tener relación con estructuras de captación y reclutamiento de grupos terroristas como Daesh y AQMI (Al Qaeda en el Magreb Islámico).
Durante ese registro “se produjo una grave alteración de la seguridad ciudadana en el entorno de esta vivienda que obligó a la Guardia Civil a desplegar a un importante número de agentes para garantizar la seguridad de la zona”, aseguró el Ministerio del Interior.
Los ahora detenidos “profirieron diversas amenazas de muerte contra los agentes policiales, así como consignas a favor de los postulados de la ideología yihadista”, según el comunicado de prensa, que subraya la “actitud violenta” de los dos jóvenes.
Además, uno de ellos, “a pesar de encontrarse en libertad provisional y a la espera de ser juzgado por otros delitos también relacionados con el terrorismo, no dudó en realizar estas amenazas y proclamas terroristas a cara descubierta y en presencia de numerosos medios de comunicación que pudieron captar imágenes y sonido de estos hecho”, concluyó.
14 horas de registro
Fue el pasado 23 de junio cuando Cuesta de la Viña se cerró al paso de los vecinos para la operación antiyihadista. La Guardia Civil estuvo casi 14 horas registrando una vivienda de esta calle, propiedad de un marroquí pero con nacionalidad danesa, que fue detenido por financiar, captar y enviar yihadistas a zonas de conflicto. Tiene 40 años y también era suyo un local que hay justo enfrente y que, asimismo, fue registrado.
La red era de las más activas de las que se han desarticulado en España. Este danés habría defraudado alrededor de ocho millones de euros a través de empresas.
El detenido, M.E.M., nacido en Tensamane (Marruecos), se servía de un entramado societario en Dinamarca para evadir elevadas sumas de dinero para financiar esta red de captación de alcance internacional. La Benemérita mantenía abiertas varias investigaciones, algunas desde el año 2012, sobre varios residentes melillenses que, careciendo de la más elemental formación económica, ostentaban puestos de responsabilidad en empresas danesas.
El entramado societario era de tal extensión y complejidad que, tras cursar una comisión rogatoria (procedimiento judicial) Internacional a las autoridades danesas, hasta junio se habían identificado un total de 24 empresas diferentes, de ahí que se estimara que el importe total defraudado supera los ocho millones de euros.
Desde que comenzó el registro en esa calle a primera hora de la mañana, un grupo de hombres se concentró en la zona frente a la que estaban los medios de comunicación. La tensión fue en aumento cuando el detenido fue llevado por la Guardia Civil de la casa al local de enfrente. Estos hombres gritaron: “¡Estamos aquí! ¡Alá es grande!”, como ya publicó El Faro. Los ánimos se fueron calentando y esas personas comenzaron a increpar a los agentes. Cuando finalizó la operación, los vehículos recibieron golpes y botellazos.
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