-
Comerciantes de la frontera aseguran que “están cansados” de que no acuda ningún agente cuando llaman a la Policía Local para denunciar a los puestos sin licencia que hay delante de sus locales
La Asociación de Comerciantes Acsemel denunció ayer en el juzgado a la Consejería de Seguridad Ciudadana. El vicepresidente de la entidad, Miguel Fuentes, y el secretario, Mohamed Abdelkader, afirmaron a El Faro que están “cansados” de llamar a la Policía Local y al 112 pidiendo que una patrulla vaya a la carretera del Dique Sur y de que su petición caiga en saco roto. Aseguraron que los comerciantes avisan de que hay “ilegales” frente a sus negocios, pero nadie acude para multar a estas personas o retirarles la mercancía. Esto ha motivado que Acsemel lleve a la Consejería de Seguridad Ciudadana ante los juzgados. Esperan que “de una vez por todas tome cartas en el asunto”.
La directiva de la asociación está desesperada ante la situación que viven a diario en esta calle y en los alrededores de la frontera de Beni Enzar. Llevan muchos meses solicitando a la consejería que haya patrullas por la zona para evitar el montaje de puestos ilegales en mitad de la carretera.
Son muchas las llamadas que diferentes miembros de Acsemel han realizado al 112 y a la Policía Local solicitando que se dieran una vuelta por la zona, destacaron. Sin embargo, indicaron que la respuesta que reciben en muchas ocasiones es que “no hay plantilla suficiente” de policías para ello.
Dos quejas escritas
Tanto Fuentes como Abdelkader han puesto quejas por escrito en Seguridad Ciudadana por estos hechos. En una de ellas, del pasado jueves 3, se indica que hay una furgoneta abandonada en el camino a la depuradora, que está ocupando espacio de la vía pública, y que es utilizada por un gran número de personas como baño o como espacio donde mantener relaciones sexuales.
Otro de los avisos es del 5 de agosto. En él se expone que hay una gran cantidad de puestos ilegales en la calle, desde zapaterías a objetos de cocina o juguetes, así como varios puestos de comida, donde se manipulan bocadillos sin ningún tipo de certificado de la Consejería de Presidencia y Salud Pública y que pueden llegar a ser un peligro para los ciudadanos.
En este escrito también se expone que estos ‘ilegales’ dan una imagen errónea de los comerciantes de la frontera, que pagan sus impuestos y tienen todos los permisos al día con la Administración.
Los dos miembros de Acsemel esperaban que el lunes hubiera alguna patrulla en la zona para evitar esta situación. Sin embargo, nadie acudió a la zona. Por eso afirmaron que se han visto en la obligación de llevar a Seguridad Ciudadana ante el juzgado.