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El arrestado mordió en la mano a uno de los agentes y lesionó a otro. La entrada se produjo a las 10:40 horas por la zona cercana a la depuradora. Uno de los subsaharianos afirmó ser menor de edad
Cuatro inmigrantes de origen subsahariano lograron ayer saltar la valla de Melilla por la zona de la depuradora. Uno de los hombres fue detenido por atentado a la autoridad tras morder a un guardia civil y lesionar a otro, según informaron desde la Delegación del Gobierno.
El salto a la valla se produjo alrededor de las 10:40 horas, en la zona próxima a la depuradora, situada en el sur del perímetro fronterizo entre la ciudad autónoma y Marruecos.
Estos cuatro inmigrantes que han entrado en Melilla son los únicos que han intentado saltar la valla y no formaban parte de un grupo más numeroso, como suele ocurrir en otros intentos de asaltos a la alambrada, según precisaron desde la Delegación del Gobierno.
Uno de los inmigrantes ha sido detenido por agresiones y atentado a la autoridad, ya que ha mordido a un guardia civil en los dedos de una mano. El arrestado causó, además, pequeñas lesiones a otro agente.
Asimismo, la Delegación informó de que de los otros tres inmigrantes que consiguieron acceder a nuestra ciudad tras superar la valla, uno aseguró ser menor de edad. Ante esta circunstancia, este joven no fue trasladado al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) junto a los otros dos, sino que fue acogido en un centro de protección de la Ciudad Autónoma, hasta que se determine si es o no adulto.
La ocupación actual del CETI, tras esta nueva entrada de subsaharianos, se encuentra en estos momentos en torno a 780 inmigrantes
El penúltimo salto
Hay que recordar que la última entrada por salto a la valla en Melilla tuvo lugar el pasado 9 de mayo. En aquella ocasión fueron 110 inmigrantes los que consiguieron acceder de forma irregular por la zona de la Hípica, muy cerca del lugar donde se ha producido el salto. Aquel día fueron 300 hombres los que intentaron llegar a nuestra ciudad superando la alambrada que la separa de Marruecos.
En aquella ocasión, la Delegación calificó el salto de “violento”. Un total de tres guardias civiles resultaron heridos, aunque no de gravedad, uno por uno de los garfios que utilizan los subsaharianos para escalar la verja, otro tras recibir una patada y el tercero por una caída.