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La asociación advierte a los comercios de la ciudad de que no pueden dejar el futuro de Melilla en manos de políticos “con la vida resuelta”
La asociación de empresarios de la frontera, Acsemel, alertó ayer a los comerciantes del centro de Melilla de que la apertura de Valenzuela traerá la ruina a sus tiendas y criticó a la Ciudad por dar prioridad a empresarios de fuera en lugar de defender a los autóctonos.
En una extensa nota de prensa, Acsemel hizo un llamamiento al comercio de la zona centro para que se solidarice con su lucha porque es la lucha de todos. “No podemos dejar el futuro de Melilla en manos de políticos con la vida resuelta”, aseguran.
Los representantes de esta asociación están convencidos de que la Delegación del Gobierno, en complicidad con la Ciudad Autónoma, está tomando medidas restrictivas que afectan a todo el comercio “con una clara actitud contraria al beneficio de Melilla”.
Una situación complicada
Acsemel está al corriente de que la situación de los comercios del centro de la ciudad es “complicada y crítica” y responsabiliza de las pérdidas que sufren los empresarios a una política fronteriza que se traduce en malos resultados económicos.
La asociación intenta hacer pedagogía para explicar al resto de comerciantes de la ciudad que los empresarios de la zona de la frontera no son el enemigo a batir y que, en el fondo, el problema de la frontera afecta a todos.
En opinión de Acsemel, Melilla, por sí misma, no tiene población suficiente para mantener un ritmo constante de crecimiento en los comercios de la ciudad, sobre todo, teniendo en cuenta que un amplio porcentaje de la población prefiere hacer las compras en la península y que en la ciudad “tenemos 13.000 parados” (11.663 en mayo pasado, según el INE).
Esta situación, insisten, no afecta sólo a los comercios del centro de Melilla sino también al “comercio transfronterizo”. Además, recalca que compensar el déficit de clientela con el turismo de la península es una “fantasía nada creíble desde el momento en que resulta más barato un billete aéreo de Málaga a Londres que de Málaga a Melilla”.
Tampoco, explica Acsemel, es lógico que esos turistas vengan a la ciudad a surtirse de ropas y zapatos cuando en la península lo tienen todo. Por eso la asociación de comerciantes de la frontera ve necesario que “pongamos todos los pies en la tierra” y para ello es imprescindible observar “la realidad de nuestras posibilidades”.
Consumidores marroquíes
Y están, según Acsemel, “de momento y a corto y medio plazo, en los millones de consumidores que nos ofrece el mercado marroquí. Serán más guapos, más feos, pero no hay otros para elegir”, dicen.
En este punto, Acsemel insiste en que a miles de marroquíes les apetece visitar Melilla y “descargar sus bolsillos” aquí, pero se encuentran una frontera colapsada y se dan la vuelta. Muchos, recalcan, no vuelven a intentarlo.
En opinión de Acsemel, nuestra “frontera inteligente” desprecia a los turistas marroquíes. Por eso, apuntan, hay funcionarios del país vecino, arquitectos, médicos o abogados que llevan 10 o 15 años sin pisar Melilla.
Acsemel culpa de ello, cómo no, al delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, y al presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda. A ambos les pide que se acabe ya “la larga y descarada burla”.
En resumen, la asociación de empresarios de la frontera se declara defensora de cualquier actividad comercial legal que se lleve a cabo en Melilla y que beneficie a la ciudad. También rechaza a los políticos que intentan enfrentar a Acsemel con otras asociaciones de comerciantes locales. “Es la clara maniobra de divide y vencerás”.
La asociación recalca que el problema de la frontera no son los porteadores porque los viernes, sábados y domingos no hay tráfico de mercancías y Beni Enzar sigue colapsada. Acsemel cree que lo que en realidad se busca es despejar el camino para que lleguen clientes al centro comercial de Valenzuela que, recuerda, se ha levantado donde iban VPO.