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Ayer se celebró el juicio por la demanda del ex técnico Fernando Currás contra el Melilla a la que reclama el montante de 110.000 euros
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Por el club estuvieron su asesor jurídico junto al actual presidente Luisma Rincón
En la jornada de ayer tuvo lugar en el Juzgado de lo Social Número 1 la celebración de la vista del procedimiento 0000122/2016 sobre Despido/Ceses en general al que la Unión Deportiva Melilla acudió como demandada por el que fuera entrenador del club unionista Fernando Currás Gallego.
El juicio, previsto para las 9:15 horas, comenzó con algo de retraso y no exento de incidentes ajenos a los protagonistas. La vista se inició en primera instancia en la sala prevista para dicho acto ubicada en la planta séptima de la Torre Norte del edificio V Centenario, pero cuando apenas se llevaban diez minutos el acto quedó suspendido momentáneamente por problemas técnicos en la sala al dejar de funcionar el sistema de grabación. La alternativa surgió con rapidez y todos los actuantes tuvieron que trasladarse a la sala número 3 situada en la primera planta de dicha torre. Ya en el nuevo escenario y cuando todos daban por hecho que la vista se iba a desarrollar con normalidad hubo otro cambio de planes. Otra vez todos para arriba. A la séptima. Parecía que el problema técnico ya estaba arreglado, pero no fue así. Por lo que otra vez todos para abajo al escenario alternativo donde por fin pudo continuar el desarrollo de la causa.
La UD Melilla estuvo representada por su asesor jurídico además de contar con la presencia del actual presidente Luisma Rincón; mientras el técnico gallego estuvo representado por su letrado. El actual gerente de la entidad azulina David Torices y el ex secretario general de la misma Enrique Salvatierra también estuvieron presente en la causa como testigos. El primero requerido por el club y el segundo a petición de Fernando Currás, aunque no fue necesario su testimonio.
El que fuera entrenador de la Unión Deportiva Melilla demanda al club por el montante de 110.000 euros o lo que es lo mismo la cantidad que hubiera percibido de haber cumplido el contrato que lo vinculaba a la entidad unionista durante dos temporadas más.
Reza el dicho que “más vale un mal acuerdo que un buen juicio” y ahora toca esperar el dictamen de su Señoría para saber a cuál de las dos partes le asiste la justicia. Por parte del que fuera entrenador azulino siempre ha habido buena predisposición para intentar llegar a un 'entente cordiale' según manifestó a este diario el propio Currás. Un hecho que corroboró la defensa en uno de los intermedios del acto, que hizo a lo largo de la semana pasada todo lo posible por acercar posturas entre las partes sin encontrar respuesta.
Cabe recordar que Fernando Currás fue cesado en sus funciones tras el partido correspondiente a la última jornada de la primera vuelta de la temporada 2015-16 en el que la UD Melilla cayó en el Álvarez Claro ante el Granada B (0-2). Por aquél entonces, el club finiquitó al técnico gallego resolviendo las cantidades correspondientes al contrato federativo que unía a ambas partes por una temporada; mientras que el técnico ofrecía la oportunidad de llegar a un acuerdo sobre las dos temporadas restantes de las tres que en principio formaban parte del acuerdo alcanzado por el club y el entrenador.
Fernando Currás perteneció nueve años a la disciplina de la Unión Deportiva Melilla. Periodo en el que formó parte de la plantilla como jugador; más tarde del cuerpo técnico como segundo entrenador y finalmente como máximo responsable de la dirección técnica del primer equipo.