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Aseguran que los cierres intermitentes continúan en el lado marroquí por las protestas
Los comerciantes de la frontera se plantean emprender acciones legales contra la limitación horaria del paso de mercancías por el puesto fronterizo de Beni Enzar. Así lo aseguró ayer en presidente de Acsemel, Abdeslam Mohamed, que dijo que ante la ausencia de alternativas por parte de la Administración han decidido ponerse en contacto con un bufete de abogados de la península para llevar lo ocurrido a los tribunales.
Mohamed dijo que los responsables del bufete les han transmitido que hay varios puntos en los que podrían estar cometiéndose irregularidades, aunque señaló que será hoy cuando cuenten con más detalle en qué se basará la denuncia que pretenden interponer.
El presidente de Acsemel aseguró que la situación sigue siendo muy difícil para sus negocios. Dijo que tras tres días cerrados, ayer volvieron a abrir sus puertas, pero los problemas en la frontera siguen provocando que apenas lleguen clientes a comprar y sus beneficios continúen cayendo.
El representante de la asociación de comerciantes indicó que en el lado marroquí del puesto de Beni Enzar siguen produciéndose cierres intermitentes. Apuntó que tanto el domingo como ayer hubo problemas por las protestas de los porteadores que hicieron que el tránsito no funcionara de forma normal.
Mohamed recalcó que la situación es insostenible y que necesitan una solución porque esta realidad afecta a toda la economía local.
Además, negaron que la frontera esté siendo copada por el comercio atípico. Indicaron que en Beni Enzar de lunes a jueves hay 4 horas al día para el comercio atípico, es decir, 16 horas a la semana y 72 al mes. Para el resto de usuarios, el paso está abierto 648 horas al mes.
Los comerciantes señalaron que efectivamente la frontera tiene que ser para todos, pero aseguraron que cada vez lo es menos. Aseguran, además, que a la mayoría de los turistas marroquíes “en nuestra frontera inteligente simplemente les rechazan y les ordenan dar media vuelta”.
Acsemel considera, asimismo, que la crisis que afecta a los comercios “hermanos” del centro de la ciudad y a los hosteleros no tiene nada que ver con el comercio atípico ni con los porteadores. “¿Qué ocurre los viernes, sábados y domingos cuando no hay este tipo de comercio o en los días festivos”, se preguntaron desde la asociación. Sin embrago, apuntaron que las colas en la frontera no vienen provocadas por el paso de mercancías, sino por la gestión que se hace en los diferentes puestos fronterizos.
La asociación pidió a la Delegación más inversiones para solucionar esta situación y consideró que lo que se ha hecho hasta ahora sólo ha servicio para dar una imagen más estética de las instalaciones, y no para mejorar para nada su operatividad, lo que a su juicio está arrastrando a Melilla a “una ruina irreversible”.