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Todos los jugadores disfrutaron con la jornada de trabajo planificada por el técnico Juan Moya
Una vez concluida la competición para la UD Melilla, y apurando los últimos días de trabajo del año, los integrantes del club azulino están llevando a cabo una serie de jornadas lúdicas-deportivas en cada una de las sesiones de trabajo que están desarrollando desde la celebración del último de los compromisos de liga dentro del grupo IV de la Segunda División B. En esta última semana han cambiando el balón del fútbol por el grande de baloncesto, por la pelota de pádel o, como ha pasado en la jornada de ayer, por la de golf.
Juan Moya, técnico unionista y aficionado a este deporte, propuso a los chicos pasar la mañana del jueves en el Campo de Golf de Melilla, y gracias a la predisposición y hospitalidad de José María, David Pérez, los futbolistas han podido disfrutar de una entretenida mañana llevando a cabo práctica desconocida para muchos.
Algunos ya venían con la lección aprendida, como Richi, y otros han sorprendido a los allí presentes, como Agudo o Mahanan, que en su primer golpe parecía exhibir maneras, pero que finalmente demostró ser bastante mejor de central que de golfista.
Una vez concluida la sesión de trabajo con los palos de golf, todos los componentes de la primera plantilla azulino se reunieron en las mismas dependencias del campo de golf donde disfrutaron de un aperitivo, antes de despedirse todos ellos con la consabida ducha en las instalaciones del estadio municipal Álvarez Claro.
Es, sin duda, una buena de manera acabar la temporada entre risas, fortaleciendo aún más los vínculos de un grupo humano que se ha desvivido por dar una alegría a su afición, pero que finalmente había finalizado con un gusto amargo en su boca por su no clasificación para la liguilla. Mañana tocará un poco de fútbol playa en la Playa de San Lorenzo.