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Ayer comenzó el juicio en la Audiencia Provincial. Aparte del delito de asesinato, el fiscal le atribuye los de amenazas y tenencia ilícita de armas. Según el inculpado, amigos de la víctima lo intimidaron con una navaja.
Ayer comenzó el juicio por el crimen del pub Angelo, ocurrido en enero de 2015, en el que resultó muerto un hombre por un disparo de bala. El acusado, Tufik M., declaró que tenía intención de “intimidar” al joven al que disparó, pero “no quería matarlo”. El Ministerio Fiscal considera que el inculpado cometió un delito de asesinato, por el que reclama que se le impongan 16 años de prisión. A ello habría que sumar otros tres años por amenazas a compañeros de la víctima y tres más por tenencia ilícita de armas, lo que haría 22 en total.
El juicio se celebra en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial, cuya sede permanente se encuentra en Melilla. El acusado llegó a los Juzgados sobre las 9:30 horas esposado y escoltado por varios agentes de la Policía Nacional.
Sin embargo, el juicio no comenzó hasta pasadas las 12:30 horas, pues antes fue necesario elegir a los nueve miembros del jurado que decidirá el veredicto.
Exposición de los hechos
La declaración del acusado comenzó por la tarde, dado que la mañana se dedicó a la exposición de los hechos ante el jurado por parte de acusación y defensa.
A preguntas del fiscal, Tufik M. recordó que la madrugada del 24 de enero de 2015 accedió al pub Angelo en compañía de Said S. Esta persona está acusada de encubrimiento por haber ocultado la pistola con la que fue perpetrado el crimen.
Tufik M. señaló que llegaron “sobre las tres y pico” y que se situaron “a mano derecha” según entraron. El principal acusado afirmó que la víctima y dos compañeros suyos ya estaban dentro y negó que se dirigiera a ellos.
“Una navaja”
Según declaró, uno de los componentes de ese grupo de tres le mostró “una navaja”. “Me dijo que si me movía, me apuñalaban. Por eso, hice amago de vomitar y salir” del local, aseveró.
Tras ello, el inculpado admitió a preguntas de la acusación pública que regresó al bar llevando un perro y una pistola provista de silenciador. “¿Llevaba el cargador en una mano y cargó la pistola?”, se interesó el fiscal. “Sí, instintivamente”, replicó el inculpado.
Amenazas
El ministerio público le preguntó si “encañonó” con el arma a uno de los hombres. “Posiblemente”, contestó. Luego reconoció que con esa pistola dio “dos golpes” en la cabeza a otro de ellos y también a Suliman O. , quien finalmente recibiría un disparo que segó su vida.
Tufik M. insistió en que no tenía intención de matar al joven, de 23 años. “Quería apartarlo. Él no se dirigió a mí, fueron los otros dos (los que, según su versión, le amenazaron con la navaja)”. “¿Por qué iba a matarlo? No tiene sentido”.
“Intimida más”
“Le dije ‘apártate’, lo intenté apartar con la pistola”, señaló el inculpado, quien dijo desconocer por qué se produjo la “detonación”. El fiscal le preguntó por su “intención” al salir del bar y regresar empuñando la pistola. “Intimidar”, indicó Tufik M. “¿Y por qué no lo hizo con el arma vacía?”, repreguntó la acusación pública. “Porque intimida más (cargada)”, respondió el acusado.
Tras el disparo, el investigado admitió que dio golpes en la cabeza con la pistola a los otros dos hombres. “Estaba en estado de shock”, se justificó. Tras ello, aseguró que su amigo Said le quitó el arma y que vio cómo la ocultaba en su ropa. “Me la devolvió en el coche”, añadió.
Ambos se dieron a la fuga y Tufik M. afirmó que destruyó la pistola “con una radial”.
A preguntas del fiscal, declaró que, tras saber que el joven que recibió el disparo había muerto, sintió “arrepentimiento”. “¿Por qué no fue a la Policía a confesar?”. A esto replicó: “No era el que soy ahora” y añadió que intentó quitarse “la vida”.
Oculto en Marruecos
El autor del tiro estuvo oculto en Marruecos “en casa de una familia conocida”, hasta que el 11 de marzo de 2015 se entregó a la Policía en Melilla. “Mis padres me dijeron que me entregara”, dijo a la acusación pública.