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El Casino Militar acoge una muestra de fotos sobre los 50 años de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército
“En Melilla nos beneficiamos desde hace 35 años de la presencia de las Famet”. Así de claro se mostró el comandante general de la ciudad, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, en la inauguración ayer en el Casino Militar de la exposición dedicada a los 50 años de la creación de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Famet).
Esta muestra itinerante contó con la presencia del general Fernando García Blázquez, jefe de las Famet, quien explicó que, aunque la creación de las mismas data de 1966, la llegada de helicópteros a las Fuerzas Armadas se remonta “a 1953”. Sin embargo, el “boom” del uso de estas aeronaves llegó en la década de los 60, “con la Guerra de Vietnam”.
La historia de las Famet arrancó, según el general García Blázquez, con la llegada de los primeros helicópteros a la base de Colmenar Viejo, en Madrid, lo que tuvo lugar en 1966. Con el tiempo se fueron formando nuevos destacamentos, entre ellos el de Melilla, creado en 1981.
Misiones en el exterior
El jefe de las Famet subrayó que la primera misión de esta fuerza en el exterior tuvo lugar en 1991 “en el norte de Irak, en apoyo al pueblo Kurdo”. “Desde ahí, ha estado en todos los escenarios en los que se ha llamado al Ejército de Tierra”, añadió, y destacó su presencia en Bosnia, Kosovo, Mozambique, Kirguistán, Afganistán o Líbano, entre otros países.
El general García Blázquez dedicó un recuerdo “muy especial” a los 55 miembros de las Famet “que han caído en acto de servicio”. “Son muchas personas, más de una al año”, lamentó el militar. “Los llevamos a todos en el corazón”, proclamó.
Presencia en Melilla
Tras la intervención del jefe de las Famet, el comandante general de Melilla le agradeció el trabajo realizado para sacar adelante esta exposición itinerante y subrayó que los helicópteros de las Famet “apoyan a la Comandancia en la presencia y mantenimiento de destacamentos en islas y peñones”. Díaz de Otazu subrayó que sin esa ayuda “sería infinitamente más complicado efectuar los relevos” de las tropas allí destinadas.
El comandante general subrayó asimismo las nuevas incorporaciones, como el “helicóptero de ataque Tigre, un requisito para operar con garantías de seguridad”.