Iban ocultos en las barras transversales de la estructura de un camión y el can detector de drogas de la Guardia Civil lo señaló.
La Guardia Civil ha intervenido más de 192 kilogramos de hachís en el puerto de Melilla, ocultos en las barras transversales de la estructura de un camión. Se trata de la segunda mayor aprehensión de este tipo de estupefaciente en lo que va de año.
En una nota de prensa, el Instituto Armado informó ayer de que la incautación se produjo el pasado domingo 21, durante los registros selectivos de los coches que embarcan en los buques que enlazan la ciudad con la península.
Sobre las 14:00 horas, durante la inspección previa al preembarque del buque que partía con destino al puerto de Almería, al inspeccionar un camión caja de matrícula nacional, ocupado por dos personas, el perro detector de estupefacientes dio indicios de haber hallado droga oculta.
Fue entonces cuando los agentes decidieron realizar un reconocimiento más profundo del vehículo en cuestión, localizando en el interior de las barras transversales superiores de la caja 56 paquetes de hachís que arrojaron un peso total de más de 192 kilogramos.
Dos jóvenes de 36 y 35 años
Tanto el conductor como el acompañante, ambos varones de 36 y 35 años, de nacionalidad marroquí, con residencia en Melilla el primero y en la provincia de Barcelona el segundo, fueron detenidos y puestos a disposición judicial en la mañana del lunes, como supuestos autores de un delito contra la salud pública.
La droga intervenida en su totalidad corresponde al tipo “polen de hachís”, que contiene la más alta concentración del principio activo de este tipo de estupefaciente.
Con esta actuación, la Guardia Civil evita la distribución y comercialización en el mercado ilícito de más de 750.000 dosis de este tipo de estupefaciente.
La última intervención de hachís de importancia realizada en el puerto se llevó a cabo el 17 de abril de este año, con la aprehensión de más de 425 kilogramos.
En aquel momento se dijo que esos casi medio millar de kilos de hachís eran la mayor incautación de droga que se había hecho en la ciudad en los últimos cuatro años.
La operación tuvo lugar también un domingo en la Estación Marítima, durante los registros selectivos de vehículos que embarcaban hacia Motril.
En ese caso, el can detector marcó “leves indicios” de que había droga. Los agentes localizaron el hachís en un doble fondo practicado a lo largo del chasis de un camión, un lugar de difícil acceso, que había sido sellado para evitar que desprendiera olor. Contaba además con unas lianas a modo de cuerdas para, una vez en destino, tirar de ellas y así extraer la droga.