Familia. Es la palabra que más repitieron muchos de los fieles que ayer se reunieron en el rezo colectivo para la celebración del Aïd El-Fitr. Esta fiesta puso fin al mes sagrado de Ramadán para toda la comunidad musulmana en todo el mundo y concretamente, en Melilla.
Tras la oración, que comenzó a las nueve y media de la mañana, El Faro preguntó a algunos de los que acudieron qué protagonizará este día. “Es una festividad para vivirla en familia”. Fue la respuesta masiva.
Estas palabras textuales fueron de Musa, quien afirmó que ayer dedicaría el día a “visitar a los allegados y realizar un almuerzo familiar”. Al igual que otros muchos padres o abuelos, fue acompañado por su hijo. “Los niños dan alegría y buen ambiente”, aseguró, y desde pequeños acompañan a los mayores en las citas religiosas.
En esta misma línea otro de los que acudieron a la cita religiosa, Nasser, afirmó que tocaba “ir casa por casa a visitar y felicitar la fiesta a la familia y a los vecinos”. “Una vez que terminemos será coger los teléfonos y tendremos el ‘Whatsapp’ reventado de felicitaciones”, señaló.
Familia y vecinos
¿Cómo celebrará el resto del día? En el caso de Nasser lo siguiente fue tomar “un buen desayuno” después de un mes de ayuno por el día y, probablemente, “las comidas se alargarán hasta la noche”. Por otro lado, aprovechó para felicitar por el Aïd El-Fitr a los melillenses, “porque es una fiesta de todos”.
Es algo en lo que también incidió el secretario general de la Comunidad Musulmana Andalusí de Melilla, Mustafa Aiad El Farhani, quien dijo que se trata de una celebración “de alegría”, de visitas a familia y vecinos, de que los niños se diviertan y jueguen y de “vestir ropa nueva” y disfrutar. Esto sin olvidar que el mes de Ramadán tuvo un recuerdo para los enfermos, la solidaridad y la ayuda al prójimo. En su caso, también quiso felicitar en nombre de la Comunidad Musulmana Andalusí a todos los melillenses musulmanes y del resto de culturas presentes en la ciudad.
Aprendizaje
Otro de los menores que no quería quedarse con ganas de hablar con los periodistas fue Seyit. Él, acompañado por su padre, explicó a este medio que aprendió mucho durante el mes de Ramadán. “Lo que he hecho ha sido jugar y pasármelo muy bien”, aseguró. Además, dijo que se lo pasó “muy bien” durante el rezo de ayer por la mañana y se sintió muy “a gusto”.
Durante todo el mes de Ramadán, tanto el Instituto de las Culturas como la Comisión Islámica de Melilla (CIM), organizaron actividades, juegos, talleres y concursos para los niños y niñas musulmanes, también para los que no lo son.
Voluntariado
Para llevar a cabo todas las actividades y talleres para los jóvenes musulmanes de la ciudad, la CIM cuenta con un equipo de más de 40 voluntarios. Nayim es uno de ellos. “Los jóvenes de Melilla están muy implicados con la CIM y se han hecho actividades con los niños pequeños y eso nos llena, porque lo hacemos de corazón y lo seguiremos haciendo más años”, explicó. Sobre el mes de Ramadán, agregó que lo pasó una mitad en Melilla y la otra en Turquía, pero llegó a la conclusión de que “como se vive aquí, no se hace en ninguna parte del mundo”.