“Hago una vida completamente normal. Mírame, sólo tengo un problema de audición. Es verdad que en Melilla accesibilidad en el cine o el teatro no hay, por ejemplo. Principalmente nos encontramos con barreras comunicativas”.
Es el testimonio de Susana Obiang, experta en lengua de signos de la Asociación de Sordos de Melilla (Asome). Por esto, el Día Nacional de la Lengua de Signos cobra importancia. Tal día como ayer, 14 de junio, se reconoció la lengua de signos como parte de la cultura sorda. Así lo explicó a El Faro la experta en este lenguaje. Ella fue traducida por la también intérprete de la asociación Marina Nicolás.
Durante toda la jornada y aguantando el insoportable calor y las fuertes e incómodas rachas de viento estuvieron en la Plaza Menéndez Pelayo para informar a los melillenses sobre este problema de audición y cómo afecta a las personas. No sólo eso, además, se impartieron talleres para los niños y niñas y otro para adultos sobre lengua de signos.
Cursos y niveles
La asociación imparte cursos de distintos niveles de lengua de signos. Para inscribirse hay que estar atentos a los anuncios de la misma. “Los cursos comienzan desde el A1 de 60 horas hasta niveles de experto universitario que son el C1 y C2”, señaló. No existen datos oficiales, pero desde el Imserso cuantifican más de 100 usuarios con este problema de audición. En Asome son 60 miembros, pero superan el centenar en cada actividad.