No hay que olvidar los casos de Manolo Fernández y de Hamin que junto a Borja López no vestirán la elástica azulina durante esta próxima temporada.
Habría que esperar para ver si el convenio que en principio tiene que firmar el club con la Ciudad Autónoma recoge algo al respecto de que la cantera esté representada en la plantilla del primer equipo, tal y como en su momento dictaminó el anterior consejero de Deportes Miguel Marín, ya que todo hace indicar que serán menos los jugadores criados en la cantera de nuestra ciudad que estarán en la primera plantilla con respecto a la temporada pasada, después de no renovación de algunos de estos futbolistas.
Una medida que aseguraba la presencia de un número determinado de jugadores locales y que contó en su momento con un número importante de partidarios y otro también significativo de detractores. Lo que está claro es que fue una medida para salvar la delicada situación económica, y cuyo resultado al parecer ha sido efectivo, además de servir de plataforma para jugadores locales con aptitudes para jugar en Segunda División B como así se ha demostrado.
No hay que olvidar los casos de Manolo Fernández y de Hamin. Dos jugadores que han demostrado su valía para la categoría y que a pesar de estar en la edad ideal para jugar (29 años recién cumplidos el primero y 28 el segundo) han visto cortada de raíz su trayectoria y que a buen seguro pasarán a engrosar la ya sobrecargada lista de parados de nuestra ciudad.
Manolo y Hamin han sido dos jugadores que han dado un gran rendimiento al equipo de su tierra. Y más aún si hacemos la comparativa calidad-precio. Está claro que si la situación geográfica de Melilla fuera otra, ambos jugadores podrían continuar su carrera en equipos próximos, pero lamentablemente no es el caso de nuestra ciudad y, salvo rectificación, la aventura en la división de bronce del fútbol español se ha acabado para ellos. Mal ejemplo para la cantera si es que verdaderamente se quiere seguir apostando por ella de cara a un futuro. Manolo y Hamin tuvieron la oportunidad de demostrar su valía para Segunda B gracias a la apuesta del dirigente de turno, ahora toca ver si la línea marcada en su día tendrá continuidad o no. Queda claro, y en justicia así habrá que valorarlo si la cosa sigue por estos derroteros, que ni Luisma Rincón ni Carlos Granero jugarán con las mismas cartas que sus antecesores Cristóbal Sánchez, Juan Moya y Fernando Currás. Al César lo que es del César. La UD Melilla iniciará la tercera semana de junio con seis licencias pendientes de cubrir, siempre y cuando el técnico decida contar con un plantel formado por veintidós futbolistas. De estas, dos corresponden al cupo de jugadores séniors y cuatro al de futbolistas menores de 23 años.