El joven ha sido el primer melillense en conseguir esta beca y ha cursado 1º de Bachillerato en Kansas.
Antonio Gil regresó ayer a Melilla tras un año viviendo y estudiando en Kansas gracias a una beca de la Fundación Amancio Ortega. Familiares y amigos del joven lo esperaban en el aeropuerto para darle una calurosa bienvenida, en la que no faltaron vítores y pancartas. A pesar de llevar casi 24 horas sin dormir, Gil pisó su ciudad natal contento y con ganas de abrazar a todos sus seres queridos tras meses sin verlos.
El joven reconoció, en declaraciones a El Faro, que no esperaba lograr esta beca ya que sólo se ofrecen 200 en toda España. De hecho, cuando le dijeron que había ganado, llegó a dudar entre irse o no. Ahora, asegura que si tuviera que volver a elegir tomaría el mismo camino. La experiencia ha sido inolvidable para este chico, el único europeo en una escuela de alrededor de 400 alumnos, en la que recalcó ayer que tuvo una gran acogida. “Siempre se esforzaron en acogerme”.
El muchacho, que cursó 1º de Bachillerato en Kansas, resaltó que le sorprendió que el nivel formativo estadounidense fuera bastante más bajo que el de nuestro país. “Si no escoges las asignaturas más complicadas, es muy fácil. Eso sí los deportes son muy importantes”, indicó. Y esta faceta deportiva también la ha aprovechado Antonio en su estancia en EEUU, practicando diversas disciplinas, entre ellos el fútbol.
Gil señaló que a pesar de la distancia con su familia y amigos las nuevas tecnologías hacen que ésta no se resulte tan complicada. Eso sí, reconoció que lo más difícil de su vuelta a España es pensar que tal vez no vuelva a ver a algunos de los amigos que ha hecho durante estos meses en Kansas.
El año que viene comenzará a cursar 2º de Bachillerato en nuestra ciudad. Su objetivo es ser piloto y cree que la experiencia en Estados Unidos puede haberle ayudado para conseguir su sueño. Antes le esperan unos meses de descanso junto a los suyos, que no pudieron contener la emoción ayer al verlo regresar después de tanto tiempo lejos. Para Antonio, este año ha pasado volando, para su familia no tanto.