Dos jóvenes fueron rescatados por los agentes cuando intentaban viajar a la península.
La Guardia Civil ha dado con la forma en que los inmigrantes se venían colando en los camiones de la chatarra para cruzar a la península semienterrados en la basura.
El Instituto Armado inició la investigación al comprobar en el puerto que hacen falta tiempo y materiales para construir los habitáculos en los que se encuentran menas que intentan cruzar a la península en bateas de chatarra.
La investigación realizada permitió descubrir el procedimiento usado por estas personas para introducirse en los camiones que contienen chatarra. Para ello ha sido determinante la colaboración de los trabajadores del Centro de Tratamiento de Residuos local.
La batea que llega al puerto, procede del Punto Limpio, del Centro Autorizado de Tratamiento de vehículos, ubicado en las proximidades de la carretera de Mariguari. Allí se va cargando con grúa la chatarra hasta que se llena el camión completo, momento en el que sale en dirección al puerto para embarcar hacia la península.
Los inmigrantes, conocedores de este procedimiento, llegaban al lugar amparados en la noche y removían la chatarra para construir pequeños habitáculos en su interior, a modo de “minas”, o “dobles fondos”, donde se metían y aguardaban la salida en silencio.
Este procedimiento es muy peligroso, por las múltiples aristas que tiene la chatarra, el peso e inestabilidad de la carga, lo que puede desembocar en un fatal accidente.
La Guardia Civil ha podido comprobar ahora que una vez introducidos en “la mina”, pueden permanecer ocultos en ese lugar muchas horas o incluso días, a la espera de que se llene el habitáculo y el camión salga hacia el puerto.
Para controlar esta situación y velar por la integridad física de estas personas, en la mañana del pasado martes patrullas de la Guardia Civil, con la ayuda del “detector de latidos portátil”, se personaron en el Punto Limpio, para supervisar la salida de una de estas bateas, localizando en su interior a dos personas que fueron auxiliadas y rescatadas de tan peligroso habitáculo. Son dos jóvenes, indocumentados que dicen ser de Argelia y Marruecos y que necesitaron asistencia médica. Llevaban ocultos varios días, sólo con una botella de agua.