Los colectivos en contra de condecorar a los agentes imputados aclaran que se oponen a las ‘devoluciones’.
Tal y como publicó ayer El Faro, más de cien colectivos sociales firmaron un documento en el que mostraban su rechazo a que se condecorase a los ocho guardias civiles que fueron imputados por su actuación en la valla de Melilla tras un salto el pasado 15 de octubre de 2014. En declaraciones a este periódico, una de las portavoces de estas organizaciones responde a las críticas que hablaban de un “desprestigio” hacia la Benemérita y aclaran que enfocar sus palabras “como un ataque a la Guardia Civil es echar balones fuera”.
De hecho, desde la portavocía de estas entidades, apuntan que ven como “una provocación” que se distinga a estos agentes por un tema tan sensible como los rechazos en frontera, una práctica que dicen que aún sigue siendo investigada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo por si pudiera estar vulnerando alguna garantía internacional.
Las organizaciones tampoco entienden por qué Interior ha decidido “premiar la práctica más polémica” que se ha puesto en marcha en los últimos años en política migratoria.
Falta el reglamento
Asimismo, las entidades abogan por dotar de cierta “seguridad jurídica” a los guardias en la frontera, dado que lamentan que más de un año más tarde desde que entraran en vigor las conocidas como ‘devoluciones en caliente’, no se ha desarrollado “un reglamento” que indique a los agentes de la Benemérita cómo llevar a cabo esta práctica a la vez que se respetan los derechos humanos, tal y como se indica en la Ley de Seguridad Ciudadana.
“Los marcos legales no los firma la Guardia Civil, sino el Ministerio del Interior”, apuntan desde la portavocía para defender que se quejan de que se intenten validar los rechazos en frontera mediante condecoraciones y que lo que las organizaciones, entre las que se encuentran las cuatro ONGs que se personaron como acusación popular en la causa ya archivada, critican la política migratoria del Gobierno, no al Instituto Armado.
“Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son necesarias y hacen cosas positivas, como las operaciones de Salvamento Marítimo, pero esta práctica en concreto, la de las devoluciones sumarias no ha sido decidida por la Guardia Civil. Es manipulador querer ver la crítica como un ataque a un Cuerpo o a unas personas concretan”, sentencia.
“Las personas que huyen se merecen ser recibidas”
Una de las portavoces de las más de cien organizaciones que firman el documento mostrando su rechazo a la condecoración a los ocho guardias civiles imputados por su actuación en la valla tras un salto el pasado 15 de octubre de 2014 apuntan que “hay instituciones muy diversas” que han criticado las ‘devoluciones en caliente’, desde las Naciones Unidas, pasando por el Defensor del Pueblo, las asociaciones de jueces y el Consejo General de la Abogacía Española. “Hasta la Comisión Europea antes de que entrase el comisario Avramopoulos, se oponía”, señalan desde esta portavocía.
Además, aclaran que su visión es que a las personas que “huyen del hambre o de la guerra” hay que recibirlas, al menos para saber si requieren de protección internacional. Asimismo, apuntan que los migrantes, muchas veces, “no tienen opción de entrar legalmente”.