La organización dice que estos errores son “frecuentes”. Ingesa responde que el último fue hace 18 meses.
El Sindicato Médico estima que un fallo informático, que tuvo lugar el pasado martes y que acarreó consecuencias en cuanto al normal desarrollo de las consultas médicas, afectó a unos 300 pacientes del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) en Melilla. Desde esta organización aseguraron a El Faro que el error repercutió tanto al Hospital Comarcal como a los centros de salud de la ciudad y que duró alrededor de hora y media.
Durante este tiempo, los facultativos no pudieron acceder a las historias clínicas digitales de los usuarios. El Ingesa, mediante una nota de prensa, confirmó este fallo, pero matizó que no afectó al acceso a analíticas, radiografías o cualquier otro tipo de prueba.
Asimismo, desde el Instituto afirman que no se trata de hechos frecuentes, como indica el Sindicato Médico, y argumentan que hacía 18 meses que no se producía una situación similar.
Se trata, para esta entidad, de una “avería momentánea que se puede producir en cualquier sistema” y aseguran que hace 24 meses comenzó un procedimiento para renovar “toda la electrónica” del sistema sanitario melillense.
Por su parte, la organización sindical de profesionales de la salud apunta que es “incompatible” que se produzcan estos fallos con la asistencia a pacientes. A esto, dicen, se suma la “lentitud habitual del sistema para cualquier consulta, solicitud radiológica, de laboratorio o de recetas”.
Además, el Sindicato Médico dice al Ingesa que “la informatización de la historia clínica y todo lo relacionado con ella era una apuesta excelente, pero incompatible con los tiempos de consulta asignados, que debían haberse adaptado a los tiempos reales en el Sistema Nacional de Salud español”.
Peticiones al Ingesa
Ante esta tesitura, el organismo médico pide al Instituto que haga una inversión para que el sistema informático se convierta en “un aliado” en lugar de ser “un enemigo” que impide atender adecuadamente al paciente.
Asimismo, el sindicato solicita que se adapten el número de pacientes y los tiempos de consulta, “no a los recomendados por el propio ministerio del que dependen”, sino de los sistemas de salud “de nuestro entorno”.