Las gradas del pabellón Javier Imbroda registraron una magnífica entrada aportando su granito de arena.
Que Melilla quiere y desea un equipo en ACB lo volvió a demostrar en la jornada de ayer donde las gradas del pabellón Javier Imbroda volvieron a mostrar unos de sus mejores aspectos para ver ganar a su equipo en un partido tremendamente complicado tras observar el buen nivel del Cáceres.
Cuanto la presión ambiental cogió su máximo esplendor fue a falta de cinco minutos para la conclusión del partido y cuando el Melilla Baloncesto fue por debajo en el marcador con una desventaja de doce puntos y la defensa y los ánimos que llegaron desde las gradas se logró remontar el partido para finiquitarlo en los cinco minutos de la prórroga.
Al final del choque fueron muchos los aficionados que saltaron a la pista de juego para mezclarse con los grandes héroes, los jugadores y que éstos le firmases autógrafos.
Ahora tan sólo queda refrendar todo en el próximo partido, que se jugarán en tierras extremeñas.