El director general de la Policía Ignacio Cosidó, estuvo de visita ayer en Melilla para anunciar que la frontera inteligente entrará en funcionamiento el año que viene, pero no sólo en Beni Enzar, como se dijo en un principio, sino también en Farhana.
El proyecto se ha retrasado, probablemente por su alto coste, ya que instalar el sistema de identificación biométrica en la frontera sale por unos seis o siete millones de euros (sólo en Beni Enzar).
Los puestos fronterizos de la ciudad han recibido inyecciones importantes de dinero durante la pasada legislatura. Así salió adelante la remodelación del paso fronterizo de Beni Enzar en el que se amplió el número de carriles y se abrió una oficina de asilo. Ambas eran viejas reivindicaciones que se han hecho realidad pese a que, como todo, son mejorables.
También se han realizado las obras de remodelación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que ha pasado de ser una torre de Babel caótica a una institución en la que los solicitantes de asilo hasta hace poco venían saliendo hacia la península en el plazo máximo de dos meses.
El CETI ha pasado de las 480 plazas insuficientes con que se enfrentó a los saltos diarios a la valla de 2013 y 2014 a tener capacidad para acoger a cerca de un millar de personas.
Con el Gobierno de Rajoy han salido también a concurso las obras de remodelación de Farhana y se ha cubierto la plantilla de la Policía Nacional casi al 100%.
Eso fue, en esencia, lo que vino a recordarnos ayer el director general de la Policía, que tiene claro que a la gente hay que repetirle quién ha hecho qué para que luego no le cuenten que lo único que se hizo en los últimos cuatro años fue reponer la concertina en la valla.
Cosidó trajo también un mensaje de tranquilidad. Según dijo, Melilla es tan segura como cualquier otra ciudad, pero con un ‘handicap’ a su favor: tiene unos índices de eficacia policial superiores a la media española.
A escasos dos meses de repetir las elecciones generales, el director general de la Policía vino a relativizar el problema del yihadismo en Melilla. No estamos tan mal, ni tan amenazados ni somos un foco ni nada de eso que se ha dicho en alguna ocasión desde Madrid.
La frontera de Melilla es segura y eso es posible gracias a la colaboración de Marruecos que, según Cosidó, sigue siendo nuestro aliado número uno en temas migratorios y de lucha contra el narcotráfico y la delincuencia.
El de ayer es el quinto viaje de Cosidó a Melilla. El director general de la Policía Nacional ha hecho a la ciudad una media de una visita por año. Eso, como mínimo, significa que nos tiene presentes en su agenda.