La mayoría de los sirios que pidieron asilo en España el año pasado lo hicieron en Melilla, en el puesto fronterizo de Beni Enzar, según datos provisionales aportados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Esta circunstancia también se produjo en 2013 y 2014 después de que el Gobierno español comenzara a exigirles en 2012 un visado de tránsito para acceder al territorio nacional cuando llegaban por avión.
“El 70 y el 80% de las personas que solicitaron protección internacional en España el año pasado ya no están en nuestro país, porque “han continuado su viaje, han cruzado los Pirineos y se han marchado a otros países”.
En unos casos, han dejado España porque tenían familiares en otros puntos de la UE y en otros porque han vivido situaciones complejas en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, que ha estado al doble o al triple de su capacidad durante muchos meses.
Las peticiones de asilo en España se incrementaron un 150% en 2015 con respecto al año anterior hasta alcanzar las 15.000, según datos de Acnur. Siria fue el principal país de procedencia (5.700), seguido de Ucrania (3.400), Palestina (800), Argelia, Marruecos y Venezuela.
A lo largo de los dos primeros meses de 2016, España registró alrededor de 2.000 solicitudes de asilo de personas provenientes, principalmente, de Ucrania, Siria y Venezuela.