Los niños están acogidos en la Gota de Leche desde el pasado 24, pero él y su mujer continúan al raso.
Parece que poco a poco Mohamedi se va acercando a la luz del final del túnel. El hombre que el pasado 17 de marzo se quedó en la calle con esposa y seis hijos, todos ellos menores de edad, aseguró ayer a El Faro que espera tener casa y trabajo esta semana.
Este padre de familia numerosa señaló que probablemente hoy le entreguen las llaves de una vivienda en el barrio del Rastro, “en la calle Gran Capitán”. Según explicó, el dueño de ese piso “lo está reformando”, aunque Mohamedi espera que la casa no tarde en estar lista para que su esposa y él entren a vivir en la misma.
En la Gota de Leche
Sus seis hijos, por el momento, están acogidos en la Gota de Leche, centro al que accedieron el pasado día 24. Los niños tienen edades que oscilan entre los 17 años del mayor y los cinco de la más pequeña.
Los padres acuden a visitarlos diariamente y esperan que, en cuanto estén instalados en esa casa, la Consejería de Bienestar Social les permita efectuar la reagrupación familiar.
Mohamedi ha estado buscando un empleo y, según apuntó a El Faro, ya ha encontrado uno “en una cafetería”. Sin embargo, añadió que su empleador le ha dicho que no empezará a trabajar “hasta que no tenga casa”.
El padre de los seis niños manifestó que está recibiendo ayuda por parte de particulares. De esta forma, él y su esposa, Naziha, han podido pasar alguna noche en un hotel. Asimismo, otras personas le han ayudado a encontrar la casa donde todo indica que van a empezar a vivir esta semana.
Presupuesto
Cuando tenga las llaves de esa vivienda, Mohamedi acudirá a Bienestar Social “para presentar un presupuesto”, con el fin de obtener alguna ayuda de la Ciudad con la que afrontar los gastos.
Hasta el pasado día 17, Mohamedi y los suyos vivían en una casa de Monte María Cristina que estaba “en ruinas” desde mayo del año anterior. Según afirmó en su día a El Faro, todas las familias del inmueble fueron realojadas en otros lugares, pero a ellos no se les dio el derecho por “no tener permiso de residencia ni estar empadronados en Melilla”.
Ocho años en Melilla
Sin embargo, esta familia lleva ocho años en la ciudad. El padre ha trabajado como camarero en cafeterías y la madre lo ha hecho como empleada de hogar, aunque nunca han estado respaldados por un contrato de empleo.
De sus seis hijos, los tres pequeños han nacido en España, por lo que cuentan con el libro de familia de nuestro país.