“Pom, pom, pom. ¿Quién va? El presidente de la Ciudad. ¿Qué desea? Que salga La Pollinica en procesión. Que así sea”.
Se abrieron las puertas de la Casa Hermandad y Ntro. Padre Jesús del Soberano Poder en su Entrada a Jerusalén y la Virgen de Gracia y Esperanza inauguraron entre palmas, niños y alegría la Semana Santa de Melilla 2016 en la mañana del Domingo de Ramos de ayer.
Cada día de la Semana de Pasión tiene su encanto, su devoción y su propio significado, pero el Domingo de Ramos es especial. Se celebra la llegada de Jesucristo y con él, la de la Semana Mayor tan esperada por los cofrades. La Cofradía de la Flagelación, a la que pertenecen ambas imágenes, tiene la particularidad de que identifica a los melillenses en su procesión por el Parque Hernández, “la Jerusalén de Melilla”, explicó a El Faro el hermano mayor de la corporación, Francisco José Ramos. Triunfal entró La Pollinica en la ciudad.
Cofradía de todos
Ya lo dijo el pregonero de la Semana Santa de este año, Manuel Jesús Jiménez, “la procesión deja de ser de la Cofradía del ‘Flagelao’ para ser de la cofradía de Melilla”. “La procesión de La Pollinica por el Parque Hernández pertenece a los melillenses que aclaman a su llegada”, añadía en su discurso.
Superando expectativas
Tanto el hermano mayor de la hermandad como el capataz de trono del Cristo destacaron a este periódico el nutrido cortejo procesional de este año. “Somos entre 250 y 300 personas, sin exagerar”, afirmó Ramos. El capataz, Francisco Martín, indicó que “el número de portadores superó con creces todas las expectativas”. Añadió que hubo “mucha más gente” que otros años.
Una guardería de niños protagoniza el recorrido procesional de La Pollinica
Fueron más de siete horas de recorrido procesional el de este Domingo de Ramos. Una procesión que comenzó a las 10:00 horas y se recogió pasadas las 17:00 horas y muchos de los niños que formaron la guardería de esta hermandad aguantaron hasta el final. Los que no lo hicieron, permanecieron pese a su corta edad varias horas en el cortejo.
El futuro de la Semana Santa, tanto de Melilla como de cualquier otra provincia española, está en la juventud. Los jóvenes, como los que acompañaron ayer a La Pollinica y a la Virgen de Gracia y Esperanza, son los que más pronto que tarde relevarán en las juntas de gobierno de las cofradías melillenses a los actuales cargos.
Hasta el final
“¿Estás cansada? Sí. ¿Ya mismo saldrás de la procesión? No, no. Yo aguanto hasta el final”. Ésta fue la respuesta de una de las chicas que con su palma adornada iba en cabeza de procesión, detrás de la Cruz de Guía que abría el cortejo de La Pollinica.
Como ella, muchos de los pequeños que formaban la comitiva de esta cofradía en el Domingo de Ramos, aguantaron hasta el final. No sólo se disfrutaba desde dentro de una procesión. Los menores también lo hacían desde fuera de la misma. Muchos fueron los niños y niñas que acudieron con sus familiares a la procesión y abarrotaron con juegos y carreras el Parque Hernández de la Ciudad. En este punto del recorrido, alrededor de las 13:20 horas se produjo un descanso para que tanto los niños como los portadores y nazarenos pudieran refrescarse y comer algo para seguir el camino hasta la recogida.
Entre colombianas
La Virgen de Gracia y Esperanza estuvo muy acompañada por la música y por los cantos. No sólo le cantaron los portadores o legionarios, sino que una espontánea se animó a cantarle, a la entrada del Parque Hernández, una colombiana que sorprendió a todos los presentes.