La dueña del local afectado teme que el seguro del coche estrellado no cubra este tipo de daños.
Apenas es mediodía, pero la jornada ya ha sido muy larga para Farah. La propietaria de La pequeña Minni, local del centro contra el que se estrelló un coche la madrugada del sábado, cuenta a El Faro cómo vivió este episodio cuando ya se le ha pasado el susto.
“A la una de la madrugada me avisaron que había saltado la alarma. Pero como los sensores no habían detectado a nadie dentro del local, pensé que no había pasado nada”, indica Farah.
“A veces basta que alguien dé un golpe en la verja para que salte la alarma”, afirma y añade que cuando un familiar suyo se acercó a ver qué pasaba, ella acudió rápidamente. “Llegué a las dos aquí”.
La colisión había destrozado la verja de seguridad. “Por la mañana tuvieron que arrancarla con una radial”, explica Farah.
Mientras, un operario retira los cristales agrietados de la puerta. El choque fue tan violento que la propia puerta se movió de su marco.
“¿Tú has avisado a tu seguro?”, le pregunta el trabajador a Farah. “Sí, pero esto me lo tendrá que pagar el seguro de ella”, responde.
Se refiere a la chica que estrelló su coche contra la entrada del comercio. “A las 9.00 de la mañana yo estaba plantada en la oficina de su seguro para dar parte”, agrega.
Allí coincidió con la joven conductora temeraria y con el padre de ésta. “El hombre estaba deshecho por lo que había hecho su hija”, cuenta Farah.
“Hasta el lunes no me van a poner otra verja en la puerta. ¿Y mientras qué hago? No tengo dinero para pagar un guardia de seguridad”, lamenta Farah.
La afectada teme que el seguro del coche no cubra estos daños. “La responsabilidad la tiene la que se ha estrellado. Si tiene edad para conducir, también la tiene para hacerse responsable de lo que ha hecho”.