El Melilla FS visita este sábado a las 18:15 horas la difícil cancha del Valdepeñas F.S., que tan sólo ha visto perder a su equipo una vez esta temporada, precisamente en el último encuentro, disputado ante el Prone Lugo.
En esta ocasión, los de Carlos Campos visitarán Valdepeñas con toda la plantilla disponible y con muchas ganas de tomarse la revancha ante los manchegos, pues consideran injusta la derrota que sufrieron en Melilla en la primera vuelta. En aquel partido realizaron un gran trabajo, pero la falta de fondo físico en los momentos clave fue definitoria.
Choque difícil
Para este choque, como comentó Campos, van con la intención de “competir al máximo, siendo conscientes de la calidad del equipo rival, pero intentando hacer muy buen partido”.
Como señaló el técnico azulino, la salvación matemática se la han asegurado los jugadores en la pista, y poco ha podido influir la renuncia del FS Zamora, pues cuando se retiraron de la competición ya se encontraban 17 puntos por arriba de los zamoranos.
Ahora, el objetivo del club se centra en clarificar los objetivos y sentar las bases de cara a la próxima temporada, en la que desean armar un bloque de jugadores melillenses experienciados que se verán completados con la inclusión de alguno de los jugadores juveniles que ya entrenan con el equipo.
Aunque Campos reconoce el gran salto de nivel que hay entre la segunda categoría del fútbol sala nacional y las divisiones junior,admite que los chicos están haciendo un gran trabajo, y de los siete u ocho juveniles con los que entrena, espera contar con al menos dos o tres para el curso próximo, algo que considerará “más que suficiente y satisfactorio”.
El entrenador de los melillenses quiso hacer especial mención al esfuerzo que están haciendo sus jugadores, pues las presiones extradeportivas son un hándicap muy grande que tienen que salvar los de Campos.
De hecho, comentó el técnico, el equipo empezó la temporada superando las expectativas creadas, pero se encontraron el bajón de las bajas por lesión y con otra serie de adversidades adheridas a compromisos laborales extradeportivos de los jugadores, que en algunos de los casos, y por la situación económica de la entidad, se ven obligados a acometer otros cometidos profesionales.
Pese a todo, Campos confía en volver a recuperar ese juego alegre y característico que les ha hecho llegar al objetivo esta temporada, y así plantar la base para el año próximo.