El fallecido nació en Figueras, pero residía en Granada y llevaba apenas cuatro días en Melilla Ocurrió ayer por la mañana en un almacén ubicado en la carretera de Farhana, cerca del Buen Consejo.
Un joven de 17 años falleció ayer, aplastado por un palé de azulejos de unos 1.000 kilogramos de peso, según comentaron a El Faro testigos presenciales.
El trágico siniestro ocurrió ayer por la mañana en un almacén de materiales de la construcción de la carretera de Farhana, que está ubicado en una bocacalle a pocos metros del colegio Buen Consejo.
Fuentes policiales han confirmado a El Faro que el fallecido era menor de edad y que había nacido en Figueras (Gerona), pero residía en Granada. La mala fortuna quiso que encontrara la muerte en Melilla, donde llevaba apenas cuatro días, ya que había arribado a la ciudad el pasado domingo 21.
Las mismas fuentes indicaron que la Policía recibió la llamada “a las 11:55 horas” y consideraron que el suceso debió producirse no mucho tiempo antes de que se les diera aviso del mismo.
Un trabajador del almacén comentó a este periódico que no creía que el fallecido tuviera más de 19 años. Él estaba en el almacén cuando al joven de 17 años le cayó encima el palé de azulejos. “Pesaría unos mil kilos”, dijo.
Visiblemente afectado por el trágico suceso, este empleado compartió su pesar con El Faro: “No quiero ni pensar cómo tienen que estar sus familiares ahora”, señaló compungido.
Además señaló que tras lo ocurrido, no tenía ganas de volver a la faena. “Después de esto, no tengo ningún ánimo para trabajar hoy”, recalcó a este periódico.
Ambulancia y Bomberos
Hasta el lugar del siniestro se desplazaron ayer una ambulancia del 061 y una dotación de Bomberos. El Faro contactó con este Cuerpo, cuyas fuentes afirmaron que al llegar los agentes al lugar de los hechos, el joven aplastado por el palé ya había sido liberado por los presentes en el lugar. “Ellos lo habían intentado reanimar, pero ya estaba muerto”, explicaron.
El equipo médico que se acercó hasta el almacén de la carretera de Farhana sólo pudo certificar la muerte del joven.
El juez de Instrucción número 2 de Melilla, que se encontraba en ese momento de guardia, también se desplazó hasta el almacén y procedió al levantamiento del cadáver. Lo hizo acompañado de un médico forense, que certificó la muerte del joven. El cuerpo fue trasladado al depósito legal del tanatorio de La Purísima, donde se le practicará la autopsia.
La Policía Judicial del Cuerpo Nacional trata de averiguar cómo ocurrió el siniestro, si fue accidental o no, y si el joven trabajaba para este almacén o sólo era un cliente. A las 20:00 horas de ayer, fuentes policiales indicaron a El Faro que se seguía tomando declaración a los testigos del suceso.
El cadáver fue liberado antes de llegar los Bomberos
Este periódico contactó en la tarde de ayer con el Cuerpo de Bomberos de Melilla, que por la mañana se había desplazado al lugar del siniestro. Según afirmaron, al llegar la dotación, los presentes en el almacén ya habían liberado el cuerpo del joven del palé que lo había aplastado.
Asimismo, subrayaron que los testigos habían intentado reanimar a la víctima, pero nada pudieron hacer. “Ya estaba muerto”, confirmaron los Bomberos.
Las mismas fuentes indicaron a El Faro que no podían hacer más declaraciones sobre el caso por estar “bajo secreto de sumario”.