Lo dice el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que se compromete a abordar el problema de los menas con Rabat
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, afirmó ayer que “Marruecos no va a reconocer nunca a Melilla y Ceuta como ciudades españolas”. García-Margallo hizo esta declaración en relación a que juristas afirman que mientras que Rabat no reconozca a las dos ciudades como españolas no habrá una solución para los menores extranjeros no acompañados que emigran a España.
El ministro afirmó que Marruecos nunca dirá que Melilla y Ceuta son españolas y por lo tanto, el Gobierno central no intenta resolver este tema “por ese camino”.
El ministro reconoció que se trata de un problema “acuciante”, que lo lleva en su agenda. De hecho, se ha comprometido a hablar con las autoridades marroquíes y la Ciudad Autónoma de Melilla para ver cuál es la solución.
En su opinión, hay que “buscar una fórmula” dentro de las buenas relaciones que mantiene España con Marruecos.
Los refugiados y asilados
Por otro lado, García-Margallo aseguró que España tiene “una ventaja”, y es que actualmente el Consejo de Ministros de Exteriores y de Justicia de la Unión Europea está “muy cerca de llegar a una regulación europea común sobre asilo e inmigración”.
“Será el momento de intentar plantear la singularidad o peculiaridad de Melilla y Ceuta para que se trate dentro de ese régimen común”, apuntó el ministro.
García-Margallo también señaló que mientras tanto, hablará con las autoridades marroquíes y melillenses para ver la solución del problema de los menores extranjeros no acompañados.
Hace unos días, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, dijo que la Ciudad está “desbordada” con estos menores. Ha aumentado un 60% su número en el último año al pasar de 200 a 320 en la actualidad. Por ello, Imbroda reclamó al país vecino que permita el retorno de estos niños y adolescentes aplicando el acuerdo de readmisión entre España y Marruecos que no se pone en práctica.
La mayor parte de los menas que hay acogidos en la ciudad son de origen marroquí. Hay grupos de jóvenes que no quieren ser tutelados por la Ciudad, sino vivir en la calle para colarse en cualquier barco que une Melilla con la península y llegar así a Europa como polizones.
La Consejería de Bienestar Social ha tenido que llevar a cabo reformas en La Purísima, centro de acogida, con el objetivo de crear nuevos espacios para hospedar a estos menores. Asimismo, el titular de este área, Daniel Ventura, afirmó hace unos días que es el Gobierno central el que debe hacerse cargo de este tema.