Los pasajeros de los barcos de Trasmediterránea, que ayer partieron hacia Almería y Málaga, accedieron a los buques por el garaje y no por el ‘finger’ que habitualmente se habilita. Se hizo, según fuentes de la naviera, por “precaución”.
El terremoto de 6.3 grados en la escala de Richter, que en la madrugada de ayer sacudió Melilla a las 5:22 horas y que tuvo su epicentro en el Mar de Alborán, pilló a los barcos de Trasmediterránea que venían para la ciudad desde Málaga y Almería en plena travesía.
La tripulación de los buques sintió “una vibración”, aunque desde la naviera aseguraron a este periódico que muchos pasajeros no se enteraron y que supieron del terremoto al desembarcar en Melilla.
Los dos barcos llegaron a su hora a la ciudad y partieron puntualmente.
Desde la semana pasada el barco Fortuny está en varada reglamentaria por lo que está incorporado el Juan J. Sister, haciendo las sustituciones.
Ayer estaban operando el Sorolla y el Juan J. Sister. El Sorolla sustituye al Fortuny y el Sister al Sorolla. Uno venía desde Málaga y el otro desde Almería, los dos hacia Melilla. Ambos han llegado a su hora. Uno, a las siete menos diez de la mañana. Al Sister le tocó salir al mediodía y el Sorolla salió a su hora, a las nueve y media, con destino a Almería. El de Málaga partió a las 14.00 horas.