Máximo Testa fue enterrado de nuevo en La Purísima a la espera de confirmar que es el fugitivo Andrea Ghira
Los forenses italianos de la Universidad de Roma ya tienen en su poder nuevas muestras de ADN del ex legionario Máximo Testa. Se trata de un hombre enterrado en el cementerio de La Purísima desde el año 1994 que podría ser en realidad uno de los asesinos más buscados de Italia: Andrea Ghira. Es la segunda vez que exhuman el cadáver. Hace once años, investigadores italianos cogieron la tibia y el peroné, pero las pruebas de ADN no fueron concluyentes. Había dudas de que Máximo Testa fuera Andrea Ghira. El viernes pasado, tras trabajar durante toda la mañana en el Instituto Forense, se llevaron la mandíbula o parte de ella para intentar dar respuesta a esos interrogantes.
Fuentes de la investigación explicaron a El Faro que los forenses italianos han escogido la mandíbula porque es donde más concentración de ADN hay. Explicaron que con esta muestra y la tecnología actual, se aclarará definitivamente si Máximo Testa es el asesino de la ‘Masacre de Circeo’, nombre que pusieron a este caso porque se produjo en una localidad a 100 kilómetros de Roma con este nombre.
Enterrado el viernes tarde
Los investigadores italianos se marcharon del Instituto Forense, a donde fue trasladado el cuerpo de este ex legionario, sobre las 14:00 o 15:00 horas.
Fue por la tarde cuando los empleados del cementerio de La Purísima trasladaron el cuerpo de nuevo a la tumba, que está situada en uno de los patios que tiene el Tercio Gran Capitán I de La Legión en este camposanto.
De hecho, ayer los melillenses que pasarán por los alrededores podían ver cómo la tierra había vuelto a cubrir esta sepultura tapando el féretro de Máximo Testa, aunque aún faltaba por incorporar el mármol y la cruz en la que viene inscrito el nombre de este ex legionario junto a la fecha de su fallecimiento hace ya doce años.
El crimen de Ghira
En septiembre de 1975, dos jóvenes italianas asistieron a una fiesta en una villa propiedad del padre de Andrea Ghira, un empresario prestigioso de la zona. Estas dos chicas eran Donatella Colasanti de 17 años y Rosario López de 19 años.
Ghira, junto a dos amigos, Angelo Izzo y Gianni Guido, violaron y agredieron físicamente a las dos. De hecho, López murió por asfixia y Colasanti quedó muy gravemente herida. Esta última se hizo la muerta y ambas fueron trasladas al maletero del coche de uno de los dos jóvenes.
Los chicos pararon para comer y Colasanti, muy mal herida, consiguió pedir socorro y fue liberada del vehículo.
Las autoridades italianas lograron coger a Guido e Izzo. Es más, fueron condenados a cadena perpetua. Sin embargo, Ghira consiguió escapar.
Las pruebas de ADN
En 2005, una llamada de teléfono entre los familiares de Máximo Testa dio las pistas a los investigadores. El cuerpo de este hombre estaba enterrado en La Purísima y podría ser Ghira, un asesino sobre el que pesaba una orden de búsqueda internacional.
La colaboración entre la Policía Italia y España dio como resultado que las huellas dactilares de Ghira coincidieran con las que tenían registradas los agentes españoles de Máximo Testa.
Fue a partir de esta comprobación cuando las autoridades italianas solicitaron a España al exhumación del cadáver que está enterrado en La Purísima para coger muestras de ADN y comprobar al 100% que Máximo Testa y Andrea Ghira eran la misma persona.
Se llevaron a cabo estas investigaciones en Italia y se compararon con ADN de la madre de Ghira. Sin embargo, no se pudo confirmar sin ningún género de dudas que eran la misma persona.
En el 2005 murió de una larga enfermedad la joven que sobrevivió a la ‘Masacre del Circeo’, Donatella Colasanti. Sin embargo, ella nunca creyó que los restos de Máximo Testa fueran las de su agresor. De hecho, es la familia de Colasanti la que pide que de nuevo se practiquen las pruebas de ADN, según informó Efe, para comprobar de una vez por todas si estos dos hombres eran la misma persona, teniendo en cuenta los avances tecnológicos que hay ahora.