La asociación en defensa de la seguridad privada dice que la idea es adoptar una medida disuasoria.
Marea Negra, la asociación “sin ánimo de lucro” en defensa de los intereses de la seguridad privada que indicó que los vigilantes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) deberían ir armados, propuso ayer, en declaraciones a El Faro, que las balas de este armamento sean de fogueo. “Lo importante es que haya una medida disuasoria ante posibles incidentes o motines”, aclaró José Antonio Carbonell, vicepresidente de la organización.
“No sé si la ley de seguridad privada lo recoge, pero la idea es tener un arma por si en algún momento puntual hay que pegar un tiro al aire”, apostilla el representante de la asociación, que matizó que sabe que esta medida “es un riesgo”, pero argumenta que es un “mecanismo de defensa” para los vigilantes.
Respuesta a reacciones
Muchas han sido las reacciones que se han sucedido desde que, el pasado martes, este periódico publicase la idea de Marea Negra y el armamento en el CETI. La última de ellas, la del delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, que dijo que era responsabilidad de la empresa de seguridad pedir armas y que, si ésta lo hacía, se estudiaría. Ante estas declaraciones, Carbonell quiso “agradecer” al delegado la “coherencia” que, a su criterio, mostró diciendo que se podría estudiar.
“El problema”, sin embargo, a juicio del vicepresidente de la asociación, es que si la compañía de seguridad lo propone, ésta tendría que “gastar más dinero” ya que tendría que invertir en armamento y formación para los trabajadores de la misma. “Todo es una cuestión de dinero, no de que no haga falta”, sentenció.
Por otra parte, sobre la formación de los agentes de seguridad privada, Carbonell quiso recalcar que éstos, al igual que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, con los que dicen que no se quieren comparar, también realizan formación continua. “No le dan el arma a cualquiera. Hay pruebas cada seis meses y se exige una puntuación mínima en estos exámenes de tiro”, apunta.
Sindicatos y ONGs “son unos oportunistas”
Ante las reacciones de ONGs y sindicatos posicionándose en contra de la propuesta de Marea Negra, asociación en defensa de los intereses de la seguridad privada, para que los vigilantes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) lleven armas, el vicepresidente de esta organización, José Antonio Carbonell se puso en contacto con El Faro para responder a las palabras del responsable del Comité de Empresa de UGT de Clece, Dámaso García. “No me esperaba que UGT hiciera esas declaraciones”, apuntó Carbonell. García, en palabras a este periódico publicada el pasado jueves, habló del papel “social” que realizan los vigilantes ante la “medida represiva” de Marea Negra. “Somos represivos en cuanto a la reivindicación de los derechos laborales del sector”, apuntó el vicepresidente de la asociación en respuesta.
Asimismo, sobre UGT Carbonell apuntó que “están pasando muchas cosas en el sector de la seguridad privada y ellos no están haciendo nada”.
Por otro lado, ante las críticas de las ONGs, apuntó que tanto éstas como los sindicatos son unos “oportunistas”. Sobre las entidades no gubernamentales dijo que no entiende por qué no miran por los trabajadores y las familias de éstos, que es lo que Marea Negra pretende defender. “Si un día pasa algo gordo en el centro y el trabajador se tiene que dar de baja me gustaría oír a las ONGs”, indicó.