Los dos partidos políticos mayoritarios, PP y PSOE, han empezado con ímpetu la precampaña electoral.
Ayer, Rajoy reunió a la plana mayor del PP en Toledo para cerrar filas y, de paso, llamar al orden. A estas alturas, no valen los dimes y diretes internos. Hay que centrarse en el 20 de diciembre, vino a decir con la foto de familia.
En el acto de Toledo intervino el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, que abordó en su discurso el tema de la seguridad.
El jefe del Ejecutivo local, como hace a menudo, defendió la labor de las Fuerzas y Cuerpos del Estado. También resaltó su confianza en la victoria del PP en los comicios generales del 20 de diciembre porque el suyo, dijo, no es un partido “de hace media hora”.
Y su puya fue directo al corazón de Podemos y Ciudadanos. Precisamente el líder de C’s en Melilla, Eduardo De Castro, ha concedido una entrevista a El Faro en la que desvela los entresijos de la reuniones mantenidas a cuatro bandas en mayo pasado entre su formación, PPL, el PSOE y CpM para intentar formar gobierno, aprovechando que el PP había perdido la mayoría absoluta.
Según De Castro, a él no le sorprendió que Populares en Libertad alcanzara un pacto con el Partido Popular porque Paz Velázquez, la diputada de PPL y hoy consejera de Presidencia, aseguró en las reuniones que su partido estaba sin un duro ni para pagar el alquiler de su sede.
Además, el número uno de C’s en Melilla dijo que está convencido de que el ‘dimitido’ Julio Liarte no habría aprobado ese pacto con el Gobierno de Imbroda.
Mientras C’s levanta las alfombras, el PSOE de Pedro Sánchez aprobó ayer en Madrid las listas de los candidatos al Congreso de los Diputados y al Senado. Así, el partido ratifica los nombramientos en Melilla de Sabrina Moh, como cabeza de lista al Parlamento, y de Juan Ángel Berbel, al Senado.
Aún quedan casi dos meses para las elecciones generales y a falta de primeras piedras y cortes de cinta, tan habituales antes de la crisis, unos cierran filas, otros encienden el ventilador, otros pasan revista a las promesas electorales de los rivales políticos y los hay que vaticinan el fin del bipartidismo sin apenas pestañear.