Tomaron parte en la parada militar el Grupo de Regulares número 52 del Tábor de Alhucemas y una sección de la Compañía del Mar de la ULOG 24.
El desfile militar celebrado ayer en Madrid con motivo del Día de la Fiesta Nacional contó, un año más, con destacada presencia melillense: la del Grupo de Regulares y la de la Compañía del Mar. En concreto, recorrieron las calles madrileñas los Regulares del Tábor Alhucemas 1/52, mandados por el teniente coronol José Ignacio Valverde Moreno, y una sección de la Compañía del Mar de la ULOG 24, que desfiló por primera vez junto a la Compañía del Mar de Ceuta.
La Unidad más condecorada del Ejército Español fue de nuevo un referente en la marcha para los espectadores, debido a su singular uniforme con capa y a la reconocida elegancia con que desfilan.
Testigo excepcional de la parada militar fue el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, que destacó el mayor calado que han tenido este año los actos organizados con motivo de la Fiesta Nacional. En declaraciones a los periodistas, Imbroda dijo que este 12 de octubre “ha sido un día esplendoroso” y destacó la gran afluencia de los ciudadanos para respaldar el desfile presidido por el Rey Felipe VI, hasta el punto de que “no se podía andar por las calles de Madrid”. ”La gente estaba muy emocionada y la parada militar ha sido como siempre un éxito total, muy brillante”, explicó. A su juicio, el homenaje a la bandera fue “un homenaje a España en general” y destacó dos momentos emotivos para él, como fueron la participación por primera vez de una sección de la Compañía del Mar destinada en Melilla, y del Grupo de Regulares número 52 de la ciudad autónoma. “Es la unidad más antigua del Ejército de España, y tiene muchas connotaciones y vinculaciones melillenses”. “Lo han hecho absolutamente bien, impecable, como siempre”, afirmó el presidente Imbroda.
Encuentro con Rajoy
También destacó Imbroda la afluencia de invitados a la recepción de los Reyes en el Palacio Real, donde coincidió con otros presidentes autonómicos y miembros del Gobierno de España, entre ellos su presidente, Mariano Rajoy. “Hemos aprovechado para trabajar, para hablar de Melilla, de España. Han sido unas conversaciones muy densas, intensas”, explicó Imbroda.
El desfile militar, el último de esta legislatura, estuvo presidido por los Reyes, acompañados por sus hijas la Princesa Leonor y la infanta Sofía. Pasadas las 11 horas, la Familia Real llegó a la plaza de Neptuno, desde donde siguieron el acto de homenaje a la bandera y a los que dieron su vida por España, y el desfile en el que participaron unos 3.400 militares y guardias civiles (400 más que el año pasado), 48 vehículos y 53 aeronaves. Este año, el homenaje contó con la bandera de la OTAN como invitada, al acoger España el ejercicio Trident Juncture, que se desarrolla del 3 de octubre al 6 de noviembre, con la participación de más de 30.000 militares.
El Rey asistió vestido con el uniforme de capitán general de la Armada y la Reina con un vestido de color azul marino.
Asistentes
Al desfile también asistieron el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acompañado por su esposa, Elvira Fernández, y el Gobierno en pleno, además de las más altas autoridades civiles y militares del Estado, entre ellos, los presidentes del Congreso y del Senado y de otras instituciones como el Tribunal Constitucional.
También asistieron todos los presidentes autonómicos (nueve de los cuales se estrenaban en este acto), salvo los de Cataluña, Artur Mas; del País Vasco, Íñigo Urkullu, y de Navarra, Uxue Barkos, ausente puesto que tenía que intervenir en el Comité de las Regiones en Bruselas. Los citados nueve presidentes fueron Cristina Cifuentes (Madrid); Emiliano García Page (Castilla-La Mancha); Ximo Puig (Valencia); Guillermo Fernández Vara (Extremadura); Pedro Antonio Sánchez (Murcia); Fernando Clavijo (Canarias); Javier Lambán (Aragón) José Ignacio Ceniceros (La Rioja); y Francina Armengol (Baleares).
En la tribuna de autoridades hubo además líderes políticos como el socialista Pedro Sánchez y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
Tras ser recibido por el presidente del Gobierno, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez, el Rey pasó revista a las tropas y dio permiso, como jefe supremo de las Fuerzas Armadas, para que comenzara el acto.
Al finalizar la parada militar, los Reyes ofrecieron la tradicional recepción en el Palacio Real, que contó con la asistencia de más de un millar de invitados, entre ellos, Juan José Imbroda y el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani.